Contenido
Prefacio
Capitulo
1
Capitulo
2 El
rescate del líder
Capitulo
3 La restauración de los sueños
Capitulo
4 El
alimento del alma
Capitulo
5 La obediencia del llamado
Capitulo
Prefacio
Este libro fue elaborado para soñadores, para
personas que decidan entrar en páginas y hacer de cada una de ellas su modelo
de vida. ¡Cuando estaba escribiendo, me recordé de usted! Usted podrá
cuestionar: ¡Pero él no me conoce! Realmente, puedo no conocerle, pero
reconozco soñadores. Su paso por este libro prueba que somos del mismo equipo:
de los deseosos por la transformación de este mundo a un mundo mejor.
Sus sueños serán restaurados. Al leer este libro,
usted descubrirá algunos misterios y será consolidado en otra actitud. Ese
asunto es demasiado fascinante, pues todos nosotros tenemos blancos en nuestra
vida. El hombre no vive sin una meta, un blanco, un objetivo.
Los sueños
son una brújula para que el individuo sea orientado. Por eso en el transcurrir de los
días, somos flechados por conceptos o situaciones que nos hacen desistir y
desviarnos de los objetivos. Fácilmente somos seducidos en medio del camino, y
las distracciones hacen que nuestros sueños sean interrumpidos. Mas un hombre
soñador es indetenible; pues lucha, batalla, persiste hasta que su meta es alcanzada.
Este libro le dará la oportunidad de reconsiderar y
corregir los caminos torcidos que usted está recorriendo y sea ubicado en la
dirección correcta.
Nuestra sociedad carece de hombres y mujeres comprometidos
en ser diferentes para hacer la diferencia en donde viven, trabajan o
simplemente transitan. Somos agentes de transformación.
Hay una expectativa muy grande en nuestro medio,
como si algo nuevo estuviese sucediendo. El problema de muchos en nuestro
pueblo es que no tienen un buen hábito de lectura, el material de auto-ayuda
está creciendo y siendo instrumento valioso en este momento
transformador.
La transformación deberá ser anhelada por todos
aquellos que quieren un futuro mejor y una descendencia fuerte y poderosa.
Muchas sociedades deberán estar envueltas en este transcurso. Transformar una
sociedad no es fácil, pero… ¿qué es fácil en esta vida? De lucha en lucha,
vamos generando una descendencia conquistadora.
La transformación deberá ser realizada en todas las
áreas: educación, salud, economía, política, entre otras. Ocupar este planeta y
no hacer nuestra parte es ser apenas uno más de la multitud incontable. Todos
deberían dejar un registro para que las futuras generaciones se sientan:
¡agradecidas por haberle colocado bases!, ¡agradecidas porque hayas existido y
hayas hecho la diferencia!
Conozco un judío que nació en Brasil y hoy vive en
Israel realizando un trabajo fantástico de llevar peregrinos a
Él me respondió: Un día estuve en Puerto Seguro, Bahía.
Allí miré una multitud de personas luchando por un país mejor en el útero de la
nación brasilera. Fui hasta
Entonces, en aquel día nació un nuevo Brasil que yo
no conseguía ver. En aquel día yo vi que existían brasileros que luchaban por
una patria mejor y estaban formando una nueva generación. Ese día, tuve la
alegría de ser brasilero, pues yo conocí un Brasil diferente. Creí, entonces,
en la propuesta que pronto Brasil será otro.
Pregunto: ¿Qué impactó a aquel judío? ¡Un sueño!
Nosotros creemos en un sueño, y debemos luchar por
el. Llegó la hora de tener una Venezuela más justa, una familia saludable, con
maestros y líderes que sean comprometidos con el llamado. ¡La hora es esta!
Al correr por estas páginas, imagínese dentro de
cada párrafo, vamos a restaurar la nación por medio de los sueños. Pues ellos
motivan nuestros corazones y son una herramienta especial para que nuestra
conquista se eficaz y verdadera.
La propuesta de este libro es no usarlo como
cabecera de la cama, o en una biblioteca, sino que marque algo histórico en su
corazón y sea desafiado a una conquista en una proporción que nunca imaginó.
Este libro le desafiará a una conquista y una razón de vivir que, en todo
tiempo, usted recordará que Dios le da una tremenda oportunidad de cambio.
Recuerde que Dios es para nosotros el mayor ejemplo
de un soñador. Él no desiste de soñar, de ver las naciones glorificando su
nombre; Él no desiste de ver hombres y mujeres reflejando su gloria en la
tierra. ¡Dios no desiste de usted! ¡Permítase ser ministrado por el Espíritu
Santo mientras lea este material; deje que su corazón sea plasmado! ¡Ajuste su
alma con el alma de Dios y usted verá que nada puede detener a un soñador!
CAPITULO
I
Una de las mayores estrategias de
“Su deseo busca el que se
desvía, Y se entremete en todo negocio”. (Prov. 18:1). Cuando un líder
anda solo o siempre con el mismo grupo es porque tiene problemas al
relacionarse y existen muchos argumentos escondidos en su vida. Es una persona
centrada en sí mismo, orgullosa y autosuficiente. Por tanto tiene dificultades.
El líder que desea conquistar no debe vivir en la ruta de soledad, sino en
contacto con las personas, viviendo en equipo, entendiendo que uno es la protección
del otro, soportándose mutuamente.
Muchas veces pensamos que
no nos relacionamos con los otros hermanos porque ellos son problemáticos y
carentes, cuando en el equipo nosotros
somos los más necesitados de sanidad.
Tenemos sentimientos de
grupos incubados y necesitamos descubrir lo que hay de errado en nosotros, para
ser tratados y sanados. Las personas están carentes de amistades verdaderas; lo
que más quieren es encontrar a alguien que quiera relacionarse con ellas sin
fronteras. Y para eso es necesario entender cual es la diferencia entre la
mentalidad de grupo y la mentalidad de equipo.
GRUPO: vive
intereses individualistas y cada uno lucha por su propio objetivo; un bando de
gente andando juntas, donde ninguno se preocupa por la necesidad del otro; el
grupo vive en soledad.
El sentimiento de grupo es
pecaminoso y nos puede sacar del camino de Dios, impidiendo la fructificación,
porque forma un aglomerado de gente exclusivista. Quien tiene corazón de grupo
es inflexible y radical con los otros, no importa cuanto tiempo tenga de
ocurrido algo que lo hirió, el estará siempre recordando la consecuencia del
error.
EQUIPO: hay unidad
porque todos luchan por los mismos objetivos; uno soporta a otro en amor; el
equipo ve la necesidad del otro; en el equipo todos viven en familia.
El Señor quiere que usted
se abra para renunciar a las prisiones que el diablo colocó en su alma.
Renunciar duele, pero es necesario (Is. 54:2-4).
Cuando andamos en equipo,
nos movemos en lo sobrenatural, nos multiplicamos
y prosperamos y aunque la renuncia quiera golpear en nuestra puerta, no nos
perdemos porque uno es el soporte del otro.
Dios desea que el
solitario viva en familia (Sal. 68:6). Vivir en familia es diferente que morar
con muchas personas. Podemos vivir en familia y continuar solos. Habitar es
igual a estar dentro.
EL LUGAR DEL LIDER NO ES
Como creación de Dios somos
diferentes unos de los otros, más nuestras diferencias no son para apartarnos
de nuestros hermanos, sino para completarnos y en equipo conquistar lo que Dios
tiene preparado para nosotros.
En nuestra mente debe
quedar muy clara la diferencia que existe entre individualidad e individualismo. La individualidad habla de las
características propias del individuo y el individualismo habla de la
particularización, egoísmo, aislamiento de la sociedad.
El líder que cae en el
error del individualismo queda incrédulo y vive en si mismo, confundido y
sintiéndose siempre solo aún cuando está acompañado. Anda siempre con el mismo
grupo y solo sale de él para comunicarse con otras personas cuando es de su
interés. No es feliz y puede llevar a todo el grupo a la muerte, por causa de
la soledad, pues él mismo genera desistencia o renuncia. Su fin es acabar en el
desierto y estéril.
Elías fue un profeta de
gran relacionamiento con Dios, hombre de fe que realizó muchos milagros. Pero
un día resolvió tomar la ruta del asolamiento, del individualismo. Fue visitado
por el espíritu de desistencia, depresión
y se encaminó hacia el desierto, solo, para esconderse en una caverna.
Allí, deseó la muerte (1 Reyes 19).
Vemos que Elías escoge
caminar por aquella ruta, tomó la decisión de ir solo. Todo líder escoge el
camino que quiere seguir. Elías tuvo el sentimiento que todo líder asolado experimenta:
deseo de muerte por no soportar la prisión en la cual entró.
Cuando él fue al desierto
y entró en la caverna, por más que pensara escapar de Jezabel, estaba escapando
de sí mismo.
Entrar en la caverna es
declarar la muerte de los sueños, de la vida, del ánimo. Cuando entramos en la
caverna entramos en rebeldía.
El primer síntoma del
aislamiento es apartarse de las personas que amamos y por las cuales somos
amados. A un desistido sólo Dios puede sacarlo de la caverna. El desistido está
siempre culpando a alguien por sus debilidades. Así pasó con Elías. En la
desistencia, alimentamos nuestra incredulidad y entramos en desprecio,
desagradando el corazón de Dios (Sal 34:18; He. 10:38; Sal. 37:4).
Cuando hay pecado en la
vida del líder su semblante cae, el queda entristecido. El diablo sabe que el líder
desistido no solo está abriendo mano de sus sueños, sino de los sueños del
corazón de Dios y de millares de vidas que están detrás de él.
¡El aislamiento no es su
lugar! El lugar del líder no es la caverna, es delante de las multitudes. El Señor nos creó para vivir en familia, fue
así desde el principio. Y por eso Dios, que es estratega, preguntó a Elías dos
veces: ¿Qué haces aquí? Y lo mandó a volver por el mismo camino, es decir, para
el lugar de donde nunca debió haber salido.
Dios sabe que cuando
salimos debajo de la cobertura y nos
aislamos viene a visitarnos el miedo. Y hoy Él le pregunta: ¿Qué hace allí en
ese lugar de soledad?
“Su deseo
busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio” (Pr. 18:1).
Necesitamos tratar a
nuestros hermanos buscando ser bendición en sus vidas. Uno debe luchar por el
suceso del otro. Eso trae prosperidad para todo el equipo. Veamos dos
principios para prosperidad:
1. CUANDO
ENTRAMOS EN ALIANZAS (PACTOS), PROSPERAMOS
La alianza es un contrato
hecho entre un débil y uno más fuerte a fin de tener nivelación. Toda alianza
necesita de dos partes para ser establecida. Ella es eterna, inquebrantable,
irrevocable y sólida, por eso toda alianza es probada y para ser probada cada
uno debe cumplir con su parte, pero la alianza necesita persistir independiente
del otro.
La alianza tiene poder de
enriquecer, hacer prosperar, cuando es colocada arriba de cualquier
sentimiento, pero todo quiebre en la alianza lleva a la pobreza, al fracaso,
retiene la bendición, atrae dolores, sufrimientos, ruinas, ataduras, miedos y
calamidades, conforme Deuteronomio 28. El principio de la alianza sana el miedo
del líder de colocar en acción su fe.
La alianza nos da
seguridad. Por ejemplo, todo matrimonio que se mantiene fiel a la alianza hecha
delante del altar de Dios, cumpliendo su parte, prospera en un nivel
inimaginable. Toda alianza que hacemos con Dios se refleja en la relación con
las personas y el equipo y siempre trae prosperidad cuando es respaldada en la
fidelidad.
El acto de alianza es un
contrato, algo muy serio, debe llevarnos a un gran cuidado de percibir con
quien y como hacemos alianza.
Podemos recordar de Josué
con los moradores de Gabaón (Js. 9:3-20).
En la alianza cuando vemos a otros con ropas rotas no debemos
impresionarnos como pasó con Josué, pues una vez que pactamos con alguien no podemos querer
abandonar la otra parte. A partir de entonces deberá tener el deseo de
mejorarlo, en caso contrario quebramos la alianza. Aunque sea más fácil juzgar
mejor y desistir del otro, en la alianza no cabe la desistencia.
La alianza que hacemos
necesita tener su cede en Dios y en Su Palabra. No debemos tener miedo de la
alianza y tampoco pensar que no será cierta. El diablo nos vence cuando
mantiene nuestros ojos en el fracaso. Debemos tener nuestros ojos en el corazón
de Dios para que Él nos conduzca a las alianzas, para eso necesitamos vaciarnos
de la carnalidad, de los sentimientos contrarios y descansar en el Señor.
2. CUANDO VIVIMOS
EN EQUIPO
Dios quiere entregar las
naciones a su pueblo y para que eso suceda quiere enseñarles a vivir en equipo.
Esa es la única forma de conquistar las naciones: haciendo alianza como equipo
y con el líder. Cuando nos relacionamos como equipo, todo lo que hacemos
prospera. De ahí el cuidado de que caminemos con el mismo propósito de corazón.
En Génesis 11:6 el pueblo,
en equipo con el mismo pensamiento errado en el corazón, decidieron construir una torre que llegase al cielo. El
Señor vio y confundió su lenguaje.
En equipo, el trabajo es
más rentable, más productivo y en todo hay prosperidad. Sabiendo de las
cualidades del trabajo en equipo, el diablo procura desvirtuar conceptos e
intenciones, consumiendo el corazón de los líderes y perjudicando la relación
entre los mismos.
Cuando Elías salió de la
caverna, regresó a Israel para cumplir su papel: entrenar líderes. Todos los
que andan en equipo salen del cautiverio. Los que deciden vivir en grupo, viven
asolados, entran en tierra estéril, no consiguen convivir con nadie (relación)
y son llamados rebeldes.
RESCATANDO EL ALMA DE EQUIPO.
Un equipo tiene alma. Y la
voluntad del Padre es que el equipo tenga una sola alma, que todos estén en
unidad y unanimidad. Dios quiere dar al equipo una sola alma para que todos
tengan el mismo sentimiento que hubo en Cristo Jesús (Fil 2:5).
No podemos dejar que en un
equipo cada uno camine de acuerdo a sus propios pensamientos y voluntades, pues
el Reino de Dios es hecho con decencia y orden. Es por eso que el equipo
necesita caminar con el alma del Mesías. Todos en equipo necesitan tener el
mismo sentimiento y entender que el alma del equipo no es nuestra es de Él.
Cada uno debe respetar al equipo para conseguir andar en unidad.
Si el alma del equipo no
es mía sino del Mesías debo cuidarla, pues si yo la irrespeto, no lo hago
contra mí, sino contra Cristo. Como parte del equipo, tengo obligaciones de velar
por ella, cuidando, respetando y amando cada parte del cuerpo.
La palabra Cristo
significa “Ungido”, unción. Dentro del equipo cuando tenemos el mismo
sentimiento que hubo en Cristo Jesús, tenemos unción para atraer las multitudes
y conquistar las generaciones.
Como líderes necesitamos
entender que en el equipo cada uno tiene su límite, pero todos tenemos el mismo
objetivo: alcanzar el alma del Mesías. Dios quiere que todo nuestro equipo sea sanado, unido, donde todos
corran uno hacia el otro para pedir ayuda, ajustándose unos con los otros, y
como consecuencia comienzan a producir para traer los resultados: los frutos.
En el equipo no podemos
tener un alma religiosa, que tiene conciencia de que necesita de un Dios, pero
que a veces toma decisiones erradas. El alma religiosa puede hacernos una
persona desequilibrada o neurótica. Nuestras estrategias de crecimiento deben
ser saludables y no neuróticas. Cuando
ellas son neuróticas, asustan. Hay personas que sólo quieren tener células para
alimentar la neurosis y no para conquistar.
Usted forma parte de un
equipo y no puede salir diciendo lo que piensa si no estuvo en línea con la
palabra de Dios. Cuando usted dice que está cansado de la visión, que quiere
tomar unas vacaciones en el ministerio de las células, Dios no se alegra de eso,
porque Él continúa amando las vidas y cuenta contigo para conquistarlas.
Cuando vemos un hermano de
célula que aun no llegó a su objetivo no podemos tener un sentimiento de
reprobación o de pena, nuestra actitud de equipo debe ser la de hacer todo para
entregar juntos los resultados en el mismo tiempo y con la misma calidad. Debemos
animarnos unos a otros para que venga ese resultado.
Los 12 no son formación de
grupos. Son propuesta de un equipo preparado para liderar con excelencia. El
líder necesita frecuentemente profundizar su equipo para ver como se están
relacionando, enseñar a sus discípulos que solamente caminando en equipo, con
los mismos objetivos, es posible alcanzar el blanco.
Para trabajar en la
visión, es necesario tener corazón de líder. Eso habla de generar otros
líderes, influenciándolos a soñar los sueños del corazón de Dios. Como líderes,
no debemos ser limitados, ni matar a nuestros hermanos por causa de nuestras
obras (1Jn 3:9-22). Cuando tenemos dificultades con nuestros hermanos, no
prosperamos y tenemos ceguera espiritual (1 Jn 2:9-11).
Lo que todo discípulo
espera encontrar en su líder es a un facilitador. Un líder facilitador no es
aquel que concuerda con actitudes erradas de sus discípulos, sino aquel que lo
orienta a través de los principios bíblicos de manera de ayudarlo en su desafío
de liderazgo. El facilitador no es sólo aquel que permite la llegada de las
personas hasta él, sino que facilita el camino con él.
La corona de la visión
celular y el brillo del liderazgo están en tener visión externa, ganar a los
perdidos y traerlos a las células. Cuando tenemos esa visión sobreabundamos
para la izquierda y para la derecha. Eso es tener visión y misericordia, mirar
a los perdidos con los ojos de Jesús. La iglesia de Jesús tiene una misión:
generar una sola multitud para entregársela al Padre (Mt 5:1; 15:19-31). Y la
visión será la herramienta facilitadora, pues lleva a la unidad. Para ser
instrumento de unidad, necesitamos de liberación. Dios no tiene interés de
multiplicar un carácter leproso, doliente. Podemos decidir si ser Isaac o
Ismael. Isaac vive en familia, en equipo. Ismael vive en grupo, en el desierto,
fuera de la tienda.
El acontecimiento de la
conquista externa y de la multiplicación depende de la organización.
Necesitamos responder a la oración de Jesús, necesitamos ser uno para que el
mundo crea que Dios envió a Jesús. Crea que es posible conquistar, eso habla de
fe. La fe envuelve la acción, por eso toda declaración de fe tiene que ser
acompañada de acción sin temores.
Nadie conquista una
multitud sin ser probado en el corazón. Debemos entender que el carácter de la
visión celular no está en sus manuscritos, sino en el carácter visionario. Por
eso, para que el carácter de la visión celular sea formado en la vida de los
discípulos, el líder jamás debe reunirse sin propósito, sin tener que transmitir
a sus discípulos, sino que su reunión debe estar basada en
El líder no debe caminar
movido por los sentimientos, sino por la firmeza de la caminata y del propósito
del llamado. Cuando caminamos en equipo, no nos herimos si deseamos lo que no
es nuestro, sino del hermano. Ningún hombre consigue cumplir los planes de Dios
sólo. Todo gran sueño, las grandes conquistas sólo se cumplen en equipo.
Tenga algo claro en su
mente: los nobles se alían y conquistan, los mediocres quieren robar lo que
otros conquistaron. Lo que hace a un hombre cautivo es la prisión que existe
dentro de él y no la prisión que intentan colocarle. Nadie puede prender a un
líder conquistador de territorios, un visionario, pues no hay límites para él.
Aprenda a hacer todo lo
que Dios proyectó para su vida. Él no proyectó para usted una vida asolada,
llena de indiferencias y amarguras, infelicidad o estancamiento. La vida que el
Señor proyectó es una vida en equipo, para que sus hijos puedan expresar sus
sueños y alcanzar las conquistas de su corazón.
CAPITULO
2
EL
RESCATE DEL LÍDER
El amor consolida una vida, ayuda
a organizarla y a rescatarla en el nivel más profundo que existe. Sólo hay
rescate del líder si fue basado en amor, pues el amor es la base de todo. En la
visión celular, traemos las vidas a Jesús a través del amor que Él derramó en
nuestros corazones dando su propia vida en nuestro rescate.
Rescatar a un líder habla de un
territorio que será conquistado. Eso exige estrategias y claridad en la mente
de los que están envueltos en ese proceso, pues algunas dificultades serán
enfrentadas. Para rescatar un líder, es necesario saber tratarlo teniendo la
conciencia de que todo lo que hablamos va a tener un peso muy grande en su
vida. Podemos atraerlo o apartarlo. Todo dependerá de nuestra boca.
Lo que más quieren las personas
es ser amadas. Cuando alguien cae, anhela que su líder lo busque en amor. Y
cuando el líder cae, ¿puede ser rescatado? ¿En que nivel? Para que el líder sea
rescatado, él necesita tener el deseo de accionar en fe, decidir que quiere
cambiar y reconocer que necesita de un milagro. Necesita decidir salir de lo
confortable, de la vivencia de lo natural.
Es muy fácil relacionarnos con
las personas que amamos. Por eso, para que haya un rescate de éxito,
principalmente en aquellos que según nuestro juicio no fueron buenos, es
necesario ser líder, ser equipo. Eso habla de amar lo no amable.
El hecho de tener que andar una
milla más con aquel que falló no quiere decir que estemos siendo
condescendientes con el error o con el pecado de la persona. Mas esa caminata
es la oportunidad de sanar y tratar a otro.
Hay personas que están tan atadas
que necesitan de la ayuda de un líder con una unción específica para
socorrerla. Sólo un líder de éxito, que tenga frutos, carácter irreprensible,
que suple las necesidades de su casa y da buen testimonio, conquista al líder
caído.
Para establecer esa conquista en
los ministerios y discípulos que entraron en el proceso de la visión, pero
acabaron heridos, quedando en el medio del camino en varios ámbitos de sus
vidas es necesaria una gran comprensión del territorio a ser conquistado y del
nivel de batalla.
EQUIPO
DE LOS 12
Los 12 tienen el objetivo de
direccionar al equipo y hacerlo funcionar. Y para que el equipo funcione
plenamente necesita haber organización. Solamente un equipo organizado
conquista territorios. Los 12 no son un ajuste de grupo, sino una formación de
un equipo. Es un llamado a la organización, un equipo que trabaja con la
perspectiva de conquista. Los 12 son la clave para la multiplicación y al estar
organizados conquistan mucho rápidamente.
En el equipo, es generada la
relación donde uno se preocupa por el otro, procurando saber como está, cuales
son sus dificultades, etc. En el equipo, uno reconoce que necesita del otro. El
hecho de ver que las personas se preocupan es fundamental para el rescate del líder
herido o desistido, pues él percibe que es importante y será motivado a
aprender de las estrategias de sus hermanos y de esa forma será edificado.
Cuando no existe esa relación,
las personas caminan aisladas sin conocer la realidad de las personas a su
alrededor, no tienen idea de cómo viven los que están debajo de su liderazgo. La
idea de rescatar sucede cuando imprimimos en el carácter del líder una nueva
motivación, que vendrá a través de una consolidación eficaz. Es un blanco a ser
conquistado a través de motivaciones correctas, palabras de afirmación, porque
muchos olvidan o menosprecian el potencial que tienen, porque están con los
ojos presos en lo que perdieron.
Cuando Dios bendijo al hombre,
ministró sobre él la bendición de multiplicación y fructificación. Somos
multiplicadores y necesitamos mantenernos en constante crecimiento.
Una palabra del líder dicha en
forma de juego a veces es tomada en serio por las personas. Por eso el líder
debe ser disciplinado, organizado; debe saber hacer las cosas en la hora cierta
sin perder la dirección.
En la visión celular, algo que
permite continuar como grupo y no reciben la mentalidad de equipo es la
vergüenza que algunos tienen de mencionar cuantas células tienen. Es claro que
no podemos olvidar nuestra responsabilidad delante de los intereses individuales.
Por eso una de las cosas que nos
perjudican en el proceso de crecimiento puede ser el hecho de no buscar a los
que están multiplicándose y saber lo que están haciendo para crecer, cual es la
estrategia que están usando. Eso demuestra cuanto necesitamos conquistar.
El líder no debe preservar en su
corazón un espíritu de competencia, destrucción, orgullo, miedo y/o vergüenza.
Todo eso genera barreras que necesitan ser vencidas si queremos ver las células
creciendo, multiplicándose y prosperando.
En el equipo no podemos
acomodarnos. La visión celular es formada por un equipo compuesto por 12 líderes
de excelencia, con el carácter de Cristo, en pleno funcionamiento. Necesitamos
ser desatados en lo sobrenatural.
La visión tiene cuatro pilares:
Ganar, consolidar, discipular y enviar. Cada uno dentro del equipo tiene una
forma y una estrategia para alcanzar esos pasos. Y la estrategia que uno está
usando, a veces, está funcionando mejor que la del otro. ¿Qué hacer entonces? Buscar
ayuda del hermano que está alcanzando el éxito en su liderazgo y aprender de
sus estrategias para ponerlas en práctica.
Cuando el líder tiene un alma
orgullosa, por más que no esté creciendo, y que no esté alcanzando sus metas,
encuentra dificultades en pedir ayuda al que está multiplicándose, debido a su
mentalidad de grupo. Está faltando inteligencia en los líderes para que
aprendan a copiar lo que está dando resultado.
CUAL
ES EL PROCESO DE RESCATE QUE NECESITAMOS
Debemos hablar menos de nosotros
y más de Jesús. Hablar menos de nuestras conquistas personales y más de
nuestras conquistas en equipo. Eso significa hacer morir la carne. No podemos
mirar sólo las situaciones que nos envuelven, sino mirar también las
situaciones que envuelven a nuestros hermanos en Cristo y nuestros discípulos.
Para causar un impacto cada vez
mayor, debemos trabajar por el blanco correcto que es la iglesia del Señor
Jesús. De esa forma todo prospera; la autoestima de quien no está conquistando
mejora y el éxito es alcanzado. Es verdad que dentro del equipo no hay solo éxitos,
sino también dificultades. Mas lo fundamental es entender que somos un equipo y
cuando trabajamos en ese proceso aunque presentemos diferencias, nuestros ojos
están en Cristo, no están en nuestras realidades o en situaciones en nuestra
contra que son factores motivadores o inhibidores para el crecimiento.
Cuando estamos envueltos en el
proceso de rescate de un líder, es necesario salirnos del universo de destrucción
y relacionarnos no sólo con los 12, trabajando apenas para cumplir los
objetivos y metas personales, mas tener relación con las personas. Sobre la
iglesia reposa la responsabilidad de ganar las naciones de la tierra para el
Señor Jesús y ese trabajo tiene que ser realizado en equipo, no depende apenas
del líder mayor.
Cada tres meses es importante
realizar con los discípulos pactos de santidad, encuentros que sean motivadores
a continuar el camino de fe. Ellos necesitan ser alimentados de forma que en
sus corazones sea generado el principio de fidelidad.
El líder tiene la función de
fortalecer su equipo en el Señor para que sus discípulos no sean llevados a
pecar, trabajando siempre con las áreas especificas que los discípulos van a exigir
sin permitir que eso desordene la relación con el equipo.
Muchos discípulos enfrentan
situaciones desagradables por no vivir en pacto con su discipulador. Nada puede
fragilizar el pacto del equipo, ni aun las diferencias. En hipótesis algunas
diferencias pueden ser obstáculos, ellas deben ser una motivación mas para
traer entendimiento, pues es así que el equipo se completa.
Es maravilloso cuando conseguimos
generar en el equipo un nivel de unidad e intimidad que nos permite compartir
todo sin reservas o miedo de abrir el corazón. Es difícil dejar la mentalidad
de grupo y transformarla en equipo, pero cuando decidimos, alcanzamos la
sanidad y el crecimiento tan esperado.
Los 12 son un equipo, una
familia, nadie puede cambiar eso. Entonces aunque cada uno tenga actividades
diferentes, todos trabajan por el mismo objetivo. El grupo es egoísta y
orgulloso. El equipo anda en unidad y es solícito. En el equipo, hablamos uno
con otro, admitimos las dificultades, pedimos ayuda porque hay convicción de
que siempre el extender la mano vendrá. Todos entienden que ayudando están
cumpliendo un objetivo que es de todos.
En el equipo, uno debe estimular
al otro. Todos son motivadores y agentes influenciadores de las conquistas.
Cuando buscamos ayuda, no podemos desperdiciar oportunidades. Nosotros como
equipo, aun no creemos que podemos ser los conquistadores de esta nación, mas
Dios nos ayudará en eso. Las personas no creen que lo que Dios está dándoles es
posible. Siempre tendremos blancos diferentes, pero eso no nos imposibilita el
ser equipo. No podemos establecer blancos iguales, ya que cada uno tiene su
particularidad.
Para comprender la visión
celular, es necesario un entendimiento abierto, pues la visión es muy dinámica,
todo sucede a una velocidad muy grande, a pesar de no ser así con todos. No
todas las personas que están en la visión celular capturarán en el espíritu la
visión. Eso requiere cambio de mente y de conceptos antiguos internalizados.
El equipo es como la familia,
aunque todos reciban la misma enseñanza, las respuestas son diferentes. En
equipo, cada uno tiene sus peculiaridades, así como cualidades y defectos. Las
personas son diferentes, sólo se tornan iguales cuando están en equipo, porque
suman sus diferencias y se completan unas a otras para reflejar la imagen de
Jesús.
El equipo aguanta declarar los
dolores, situaciones que están viniendo para destruir las relaciones, es
tolerante, mas el grupo no, porque gusta de la destrucción, de alimentar lo que
puede perjudicar y hacer mal.
Para ser equipo es necesario
permitir serlo, sabiendo que el alma no siempre ayudará en ese proceso. El alma
es muy linda cuando es sanada. Llega hasta a dar flores. Más para que eso suceda,
hay mucha basura que debe ser tirada y sólo Dios puede realizar ese proceso. El
Dr. Merval Rosa, uno de los mejores psicólogos de Brasil, acostumbraba decir:
“Si
El alma es muy compleja. El
hombre es el único ser que acaba con la vida de su semejante inventando
motivos, como en el caso de Caín y Abel. ¿Que derecho tenía Caín de acabar con
la vida de su hermano? Ninguna teoría explica ese hecho. Sin embargo él lo hizo
por tener un alma impregnada de envidia, maldad, odio y competencia.
Tenemos muchas cosas por aprender
y acrecentar en la vida de otro y una de ellas es dar prioridad a nuestro
pueblo, ser apasionados por las almas. Un apasionado no se cansa, aunque tenga
sus limitaciones, él hace todo por motivo de su pasión.
Satanás, que es astuto, intenta
robar de la vida del líder, la pasión por las vidas y las relaciones en equipo,
quebrando las relaciones entre hermanos e hiriendo pactos. Es por eso que un
líder herido sólo puede ser rescatado por un líder de éxito.
No se trabaja en un rescate sin
estar preparado. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la
vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2 Tim. 2; 4. Para rescatar a alguien es necesario
entrenamiento, organización y mucho trabajo. El éxito es alcanzado de acuerdo
con el adiestramiento para la guerra.
Para entender mejor sobre liderazgo en equipo y tener soporte para la
organización, veamos los ejemplos de Jacob y Moisés.
JACOB, EL LIDERAZGO POR EL PATRIARCA (Gn. 33:17)
Recibió el nombre de Israel al encontrarse con Dios y pasó a tener una
nueva identidad. A partir de allí él entra en Sucot, en cobertura, en
tabernáculo. Jacob, ahora llamado Israel, pasa por un proceso de
transformación, de rescate del alma, de profunda sanidad. Entendiendo el
proceso de esa cobertura que habla de estar ligado a Jerusalén y no a Roma,
vemos que él deja su estructura vieja y forma en las bases que Dios había
establecido para su Pueblo.
Dentro de ese entendimiento, necesitamos saber donde el líder que
necesita de rescate, donde está preso y donde necesita empezar; cuáles procesos
lo envuelven; debajo de que cobertura está. Debemos llevarlo a entender que
necesita romper con las estructuras viejas para recibir cobertura nueva. Solo
así empezará en el proceso de la visión celular.
Hay muchos ministerios en los cuales los pastores aun están envueltos
en la celebración del nacimiento, de la pascua romana, en los estilos de culto
tradicionales, etc. Necesitamos volver a la iglesia que nació en Jerusalén.
Muchas veces un líder no levanta a sus doce y queda estancado en el
proceso porque está esperando que aparezca alguien que nunca decepcione, que
nunca cometa errores, que no tenga problemas, en fin, está en busca de un
equipo perfecto. Nuestra referencia en todo es Jesús y necesitamos recordar que
ese no fue el criterio que el escogió para levantar a sus 12 y formar su
equipo.
Para que la visión celular alcance el éxito, es necesario que la
referencia correcta sea establecida. Cuando estamos presos en las estructuras
antiguas somos como vino nuevo en odres viejos. Existen personas que están
practicando cosas del pasado, que fueron establecidas para aquella época, y que
hasta sirven de referencia, mas no deben ser doctrinas.
Llegó el tiempo de recibir otra carta de emancipación. Quien entra en
Sucot entra en protección, entra en seguridad, pues toda cobertura trae
seguridad. Entrando en Sucot, entramos en una conquista organizada, demarcamos
territorios, entramos en
Cuando entramos en la cobertura de
Llegó la hora en que
Cuantos líderes han sido inconvenientes porque están perdidos en la
voluntad que la carne tiene de buscar lo que es humano.
En
El corazón es engañoso (Jr. 17:9) y puede atraparlo en el proceso de
crecimiento, haciendo que el líder olvide donde comienza el secreto del éxito.
El secreto del éxito no comienza en el pulpito, sino en el lugar secreto, en la
intimidad con Dios, en el cuarto de la oración (Mt. 6:6).
Cuando el líder no ora él se torna una persona carnal. Lo que
santifica al líder es la oración,
Israel fue el patriarca de las 12 tribus y nos enseña como administrar
un equipo a través de la bendición e instrucción liberadas, mostrando como las
tribus fueron organizadas. Él, como patriarca, condujo al pueblo a Sucot, a
cobertura. Y dentro de Sucot, de la cobertura, vemos que hay ministración de
bendición (Gn. 49).
Nosotros fuimos llamados en esa cobertura para ministrar bendición a
nuestros discípulos, dar palabras de ánimo, ayudarlos a levantarse en cualquier
proceso en el cual hayan caído o fallado. En
Sucot tenemos:
MINISTRACIÓN DE COBERTURA
ENTRAR EN Sucot significa estar en cobertura, estar protegido, estar
debajo de. En la cobertura, está la bendición del Señor. No hay dificultades en
rescatar un líder cuando hay cobertura sobre él, cuando tiene alguien que está
dispuesto a enfrentar todas las adversidades para verlo rescatado.
MINISTRACION DE CORRECCION EN AMOR
Corrección no es castigarlo. Corregir es instruir el camino cierto,
concertar y advertir. Debemos tener cuidado para que nuestras correcciones no
sean muy duras y sin amor.
Un discípulo, cuando es consolado, se torna productivo porque recibió
sanidad en su alma. El error de las personas no puede ser una ofensa para
nosotros, pues también erramos. Los errores son para ser corregidos.
Cuando ministramos corrección en amor, hay arreglo. Un rescatador no
puede olvidar jamás que su lucha no es contra sangre ni carne.
MINISTRACION DE ORIENTACION
Todos necesitamos de un líder que nos muestre el camino correcto, que
nos enseñe a caminar con Jesús para ser bendecidos. Debajo de la orientación,
los milagros acontecen. Jesús no quiere que ni las sobras queden por fuera.
Al realizar el milagro de los panes y peces, hubo una gran
multiplicación, pero nada se perdió, porque los discípulos recogieron las
sobras.
Hay discípulos que usted puede ver como sobras, mas ellos serán
levantados entre los 12 o los 144 y serán extremadamente útiles. Los 12 no son
descartables, aun en medio de las dificultades, todo lo que necesitan es de una
orientación en los principios de
MOISES, EL LIDERAZGO POR EL LIBERTADOR
Moisés es el modelo de libertador, de un gran rescatador a dispensa de
todas las circunstancias. El sacó el pueblo de Egipto, de las garras de la esclavitud
y encaminó al pueblo al blanco: la tierra prometida.
El proceso de rescate no envuelve solamente la liberación, es
necesario también conducir al pueblo al lugar correcto. Es la función del líder rescatador. Él necesita
guiar al pueblo al lugar de intimidad con Dios.
Los 12 necesitan ser transicionados en el proceso de Salir de Egipto y
entrar a Canaán. Moisés tenía una línea muy fuerte en su liderazgo: intimidad
con Dios y por eso operaba señales y maravillas.
No basta ser un líder fuerte y poderoso, es necesario tener intimidad
con Dios y operar señales, prodigios y maravillas. Todo libertador necesita
sacar a las personas de la ceguera. Moisés generó un gobierno en el desierto
con un objetivo específico: formar carácter. En el desierto, revelamos quienes
somos.
Los 12 espías de Moisés representaban la fidelidad del líder; ellos
fueron convocados para eso. Cuando convocamos los 12, ellos son nuestros brazos
que alcanzarán las células, ellos representaran nuestra fidelidad.
Los espías eran los aliados de Moisés así como nuestros 12 son
nuestros aliados, y por eso debían guardar las costas del líder, del
discipulador.
En un proceso de rescate es fundamental no contaminarse con los
relatos contrarios, no colocar los ojos
en los problemas, no creer en los infieles.
Cuando los espías fueron a ver la tierra prometida apenas dos de
ellos, Josué y Caleb, confirmaron el relato que Dios había dicho a Moisés.
Un equipo no puede tener dos relatos, dos objetivos, dos visiones. El
equipo debe traer protección a su líder así como el líder debe protegerlo
independiente de sus afinidades. Jacob prefería a José y a Benjamín. Jesús
tenía más afinidad con Pedro, Santiago y Juan. Pablo con Juan Marco y Timoteo.
Moisés con Josué y Caleb.
Más eso no significa que Dios tiene hijos preferidos, sino que hay
hijos que son más allegados a Él, que lo buscan más y consecuentemente recogen
más bendición.
Así acontece con nuestros discípulos, están aquellos que siempre desean
más de nuestra compañía, ellos tienen placer de estar con su líder. Y están los
discípulos que no tienen la misma conducta quedan enfermos, hallándose menos
protegidos.
COMO PROTEGEMOS A NUESTRO LIDER
Entendiendo que el equipo es el ojo, el oído, la mano de su líder. El
debe representar la reproducción, la garra y el trabajo. Es también, el corazón
del líder. Si el equipo está mal, el líder tiene problemas cardíacos. El equipo
es la boca del líder, es responsable de los relatos fieles y por tener un discurso
de autoridad con conocimiento.
Es necesario, entonces, cuidar el lenguaje. El equipo representa el
gobierno, la autoridad sobre un grupo. El gobierno es responsable de toda
semilla plantada y de administrar los resultados.
El líder debe saber oír a sus 12, conocer sus dificultades,
interesarse en cada una de ellas y cubrirlos como autoridad instituida por
Dios.
Sin embargo, el líder debe tener un cuidado muy especial para no
alimentar su propia alma con las debilidades de sus discípulos, al punto de
pasar a tener el mismo lenguaje que ellos tienen o aún peor acabar alimentando
el gobierno en el pasado.
Todas las veces que el discípulo trae un problema o una situación a su
líder es importante que después de oírlo, el líder reprenda al demonio que estaba
rigiendo la situación, para que su alma no quede atada al problema, pues el
alma es alimentada por las debilidades que oye.
En el desierto, aprendemos a administrar. El líder de una gran ciudad
tiene los recursos a su disposición, más lo mismo no ocurre en el desierto. Por
eso, es necesario que el líder sea administrador para levantar un equipo y
establecer la conquista.
CUAL ES
Actualmente, formar parte de
Los 12 están descritos como príncipes en el libro de los Números, del
capitulo 1 al 6. Eran hombres nobles, poderosos, guías de multitudes, hombres
sobresalientes en las tribus (Nm. 13: 1-16). Eran agentes de influencia a través de sus órdenes y actitudes.
Solamente hará historia un equipo que se mantenga fiel y que salga de
la ruta del aislamiento, como aconteció con Josué y Caleb, la generación
conquistadora. Como equipo podemos ser iguales a esos dos conquistadores que hicieron
la historia.
Necesitamos hacer historia como
aquellos que son regencias y que son comprometidos. Los otros diez espías del
equipo de Moisés que trajeron un reporte errado, fueron olvidados, y aun cuando
son nombrados se hace de forma irrelevante.
Formamos parte de una generación que tiene la unción de conquista para
establecer el rescate de la nación y alcanzar a los que fueron y hoy no son,
los que nunca fueron, más serán. De esa forma traeremos una multitud a la casa
del Gran Rey.
Si somos fieles a
CAPITULO 3
Los sueños son el lenguaje del Espíritu y alimentan la vida del líder.
Quien tiene esperanza sueña, quien no sueña no tiene nada. Dios quiere
resucitar sueños que están adormecidos. Lo sueños son de acuerdo a la visión,
los blancos y objetivos de cada uno, es decir, hacia donde tu apuntes, llegarás.
Si apuntas lejos, llegaras lejos; si apuntas cerca, llegarás cerca; si no
apuntas, no llegas a ningún lugar, quedas paralizado.
Dios quiere cambiar la historia de la iglesia a través de los sueños.
Los sueños de Dios son profundos y quien entra en sus sueños se sumerge en las
profundidades de la eternidad. No hay límites para soñar, por eso no limites
los sueños de Dios.
Un día el Señor dijo a Abraham: sube a la montaña y mira desde la
tierra de Dan hasta la tierra de Beerseba. Dios le dio una promesa Abraham, una
conquista que está en Gálatas 3: 13-15 “Cristo nos rescató de la maldición de la
ley, haciéndose maldición por nosotros; porque está escrito: maldito todo aquel
que es colgado de un madero; para que la bendición de Abraham llegase a los
gentiles por Jesucristo, y para que por la fe recibiremos la promesa del
Espíritu. Hermanos como hombre hablo; si la alianza es de un hombre es
confirmada, nadie la anula ni la acrescente”.
Esa misma herencia es nuestra. Cuando nos revelamos, perdemos el
derecho del pacto pero si nos mantenemos fieles al pacto, ella se mantiene
firme.
DAN,
Hubo una tribu en Israel llamada Dan (Jos. 18:14-30; 1 Sam. 24:2; 1
Re. 18:30), que decidió desviarse volviéndose idolatra y atrayendo para sí
maldición, pues caminaban detrás de otros dioses. Entre ellos fueron hallados
ciegos, sordos y mudos. La idolatría causa sordera, ceguera y hace callar la
voz profética.
Dan tenía como símbolo una serpiente y se transformó en aldea por
causa de su rebeldía. Cada uno vivía en su propio aislamiento.
Vemos que Dan tenía todo para ser una tribu bendecida, pero escogió
seguir su propio camino. Cuando un líder se revela entra en un camino de
maldición.
Muchos discípulos están viviendo mal por decisión, por estar cautivos
en su libre albedrío, permitiendo que cosas pequeñas los desvíen de los propósitos de Dios. Tenemos poder en Jesús para vetar toda herencia de Dan en nuestras
vidas, rechazando la rebeldía, el mal y todo lo que no agrada el corazón de Dios.
Los discípulos necesitan oír siempre la verdad de su
líder, el líder no puede verlos en rebeldía, y concordar con ellos por miedo a herirlos.
Muchas veces ellos son como niños que al ser orientados no quieren obedecer.
Para restaurar los sueños es necesario:
1.- REMOVER TODA
Satanás es experto en colocar vendas en los ojos de los líderes, a fin
de cegarlos, haciendo con esto que caiga en su trampa. Eso se mira claro en
Dios está colocando bases para construir lo que es
nuevo. Los sueños sólo serán realizados cuando haya cambio
de mente. El mundo corre a una gran
velocidad, y la iglesia no puede tener un discurso atrasado, humanista.
La iglesia debe mantenerse viva y operativa donde está plantada, para
que todos sepan que allí hay una expresión de vida. ¿Cómo Dios derramará de su
unción en alguien que no quiere cambiar?
2.- TRANSFORMAR
Cuando la mente se renueva por la palabra, Dios
entra en lo más profundo de las emociones y coloca bases correctas. Las dificultades son vencidas, los sueños se tornan
posibles y no hay nada demasiado grande (Gen 18: 14).
Usted se transforma en océano y los ríos corren en su dirección. Para
el océano, no importa la cantidad de agua que entre porque el no cambia.
Hay un fenómeno llamado Pororoca, que
significa explosión, estruendo. En el momento en que el agua dulce se encuentra
con la salada, se hace una mezcla y el agua dulce se transforma en salada,
porque adquiere el sabor del mayor, del más fuerte.
Estamos aquí para adquirir el sabor del Mayor:
Jesús. Somos pequeños corderos corriendo en dirección a Dios y Él quiere que
seamos una referencia, como un océano, para que los ríos corran hacia nosotros.
¿Qué es eso? Señal de prosperidad. Más, sólo quien tiene una mente
transicionada ve eso. O arrancamos las
tradiciones de nuestro corazón para recibir lo nuevo de Dios, o vamos a
andar con los vestidos remendados el
resto de la vida. Y Jesús critica los vestidos remendados.
3.
ANDAR EN ORIGINALIDAD DE VIDA
¿Cuál es el rescate de un sueño? Es vivir la originalidad de vida prometida en la
palabra a cada instante. Jesús no murió para que vivamos humillados, sino para
que realizáramos los sueños de su corazón.
No debemos estar satisfechos con lo que ya hemos alcanzado, pues aún
es poco delante de lo mucho que Dios quiere entregarnos. El Señor está en busca
de hombres que abran el corazón para realizar Sus proyectos en la tierra.
Un líder visionario y soñador no debe estar
encerrado en sí mismo. Necesita
permitir que Dios abra los candados cerrados, las cadenas en las que se
encuentra atado y los grilletes que están cautivándolo, para que sea totalmente
libre. Esas ataduras impiden el proceso de Dios.
¡Cuántos líderes viven con la mente atada y el
espíritu preso en cosas tan pequeñas! Son como niños peleando por bobadas.
Algunos quieren acabar con el
matrimonio, tratando mal a la esposa, a los hijos, evaluando de cualquier modo
su casa, juzgando a las personas, todo porque continúan con sus estructuras viejas,
llenos de dolencias y enfermedades en el alma.
Esas tres características necesitan formar parte de
la vida de un soñador para que todos los territorios, por más lejanos que sean,
puedan ser alcanzados. Nunca piense
que el territorio conquistado es suficiente y que usted ya realizó todo lo que
Dios tenía para su ministerio.
Ganar la ciudad en la cual usted vive no significa que todo ya está
hecho. Eso es pequeño para quien se sumerge en los sueños de Dios. Es necesario
abrirse para entender lo que es soñar los sueños de Dios. El soñador es una
amenaza para sí y para el diablo.
Remueva toda la ceguera, transforme su mente en la palabra diariamente
y además experimente andar en la originalidad de la vida siempre conquistando
más y más, realizando la voluntad del
Padre que es buena, agradable y perfecta (Ro. 12:1-2).
INCREDULIDAD,
Algunas veces delante de los sueños surgen las
imposibilidades. El espíritu de incredulidad se aloja en la mente para causar
impedimento en los sueños.
El soñador no conquista lo que le fue propuesto, por estar preso en
las dificultades que normalmente son levantadas por él mismo. El hombre es el mayor obstáculo de los
sueños que Dios coloca en su corazón cuando presta oídos a la incredulidad.
Cuando un sueño es publicado en el mundo físico, la venganza del
enemigo se despierta en el mundo espiritual. Todo soñador se transforma en una amenaza para el infierno.
En la vida de
un hombre sólo hay dos opciones: o él se abre a soñar, o será un eterno
frustrado por haber tenido en las manos todas las posibilidades de ser un
vencedor y no haberlo conseguido.
Dios quiere que sus hijos sean vistos sin cerrojos ni cadenas y
entonces se cumplirá la profecía que dice: “Yo
iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de
bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos” (Is. 45: 2).
DOS SOÑADORES EXCELENTES
Ellos siempre andaban en sintonía con el lenguaje del Espíritu y por
eso interpretaban hasta los mismos sueños del rey. Eran íntegros y fieles y
ambos fueron puestos en lugares de excelencia.
José, el publicador de sueños
José hablaba sobre sus sueños con su padre y sus hermanos (Gen. 37).
Al compartirlos, sus hermanos sintieron celos y envidia, y eso casi lo llevó a
la muerte. José no resistía guardar los sueños de Dios sólo para sí y por eso
hizo a sus familiares participes con él.
Los sueños que tenemos en el corazón necesitan ser
compartidos, pero no con cualquier persona. Cuando Satanás ve a un soñador, el intenta matarlo, lanzarlo en pozos
o en cuevas de leones como lo hizo con José y Daniel.
Pero esos hombres fueron soñadores de éxito por que creían que al
compartir sus sueños aunque algunos se levantasen contra ellos, no
prevalecerían. José restauró a su familia en una nación. Eso es lo que hace un
soñador.
Un sueño puede ser escarnecido, arrojado en el pozo, tirado en la
cárcel, enviado a otra frontera; un sueño puede llevar al líder a una nación
desconocida, colocándolo en una casa que no es suya, donde querrá que él se
venda, se entregue o se negocie.
Pero, todo soñador necesita mantenerse fiel, pues ningún obstáculo va
a impedirle alcanzar lo que Dios colocó en su corazón.
En la cárcel, José consiguió interpretar los sueños
del panadero y del copero. Eso lo hizo famoso al punto de llegar a los oídos
del Faraón. Entonces un sueño le pudo hacer perder una túnica por causa de la
envidia, mas le dará vestidos reales.
Faraón y Nabucodonosor no sabían interpretar sus sueños, porque no
tenían el Espíritu de Dios. Ellos necesitaban de José y Daniel. Es el hombre de
Dios quien va a decir a los grandes y a los nobles lo que está aconteciendo.
José estaba conviviendo con personas que estaban
presas, mas él se mantenía libre. El
entendía que la mayor prisión no es la externa, sino la interna. Él era un
hombre internamente libre de la malevolencia de las circunstancias.
Un hombre que
sueña no estará preso aunque esté en aparentes cárceles. No es el
límite geográfico lo que hace a un hombre prisionero o libre es lo que él tiene
dentro de su alma.
Formamos parte de una generación soñadora. Los
sueños que Dios nos está dando son para colaborar con el mover del Espíritu
(Jl. 2: 23; 21-29). El mover vendrá sólo cuando la iglesia abra su
entendimiento, a Su Visión.
Cuando los sueños son restaurados entonces ninguno quedará fuera: los
ancianos soñaran, los jóvenes tendrán visiones, las mujeres profetizarán.
Tenemos la confirmación de esta profecía de Joel en el libro de Hechos capitulo
2. Dios decidió entregar una visión a la tierra.
¿Cuántas estrellas hay en el cielo? Es imposible contar. ¿Cuántos
granos de arena existen en la tierra? ¿Para qué tantos peces? Los sueños de
Dios no son pequeños.
Dios es soñador y como sus hijos tenemos la misma
esencia. Un soñador nunca muere, la historia pasa, pero él sigue registrado.
Jesús fue un contador de historias. El tuvo 12 discípulos (Mt. 10), pero apenas
algunos fueron historia y hasta hoy causan impacto cuando los recordamos.
Tenemos que ser hacedores de historia para que alguien lea nuestra historia.
¿Sabe usted la importancia de contar una historia?
Es perpetuar vidas. Dios quiere
que aprendamos a perpetuar los sueños que Él nos dio. No somos eternos físicamente,
por eso necesitamos ampliar nuestra visión a través de la historia.
El apóstol Pablo fue un hombre que probó que un
ambiente geográfico no amarra a un soñador, a un visionario. Cuando Pablo estaba preso escribió un sin número de
libros que hoy acompañan al Nuevo Testamento. Cuanto más el enemigo nos tienta
para cautivarnos, mayor es la oportunidad que Dios nos dará para que hagamos
más para Él.
Aprenda a hacer lo que Dios siempre soñó para su vida. No sea más ni
menos. El hará de usted un conquistador sin límites.
Cuando Dios rescata los sueños del líder no es para
que el piense en el tiempo que perdió y alimente un sentimiento de culpa.
Dios rescata los sueños para recordar que las conquistas aún no
terminan y que no podemos estar interesados en realizar nuestros negocios o
quehaceres.
Dios está diciendo que llegó la hora de conquistar ilimitadamente,
porque Él quiere soñar a través de nosotros y hacernos un José, que interpreta
los sueños del rey y en el lugar donde todos son esclavos, tener el privilegio
de vivir como príncipes.
CAPITULO 4
EL ALIMENTO DEL ALMA
En los últimos tiempos, hemos oído hablar mucho del alma, sanidad
interior, como en ninguna otra época. Dios tiene prisa en sanar a su iglesia,
enseñándola a alimentarse de forma correcta en todos los niveles para que
aprenda a andar por los principios de
Necesitamos ajustar nuestra alma, entender que el alma habla de
humanidad, de relacionamiento con los otros. En esta área, somos heridos a
través de situaciones que muchas veces nos dejan con el alma adolorida.
Nuestra alma recibe muchos conceptos errados durante largo tiempo. ¿Usted
sabía que tenemos mucha gordura en el alma que nos impide crecer? Y, muchas
veces, esa alma engordada es reflejada en lo físico. Detrás de cada alimento
que doy a mi alma hay una herencia espiritual.
Por tanto, el éxito o fracaso siempre dependerá del alimento recibido.
Hágase algunas preguntas: ¿Qué tipo de alimento he dado a mi alma? ¿Qué
pienso sobre mí mismo? ¿Cuánto vale mi alma?
RESCATANDO EL ALIMENTO DEL ALMA
¿Sabía usted que el alma come? Ella tiene ansias y deseos de comer.
Ella tiene estomago y le gusta ser alimentada de lo que quiere y no de lo que
necesita. ¿Qué come el alma? Todo lo que le damos. Ella es gulosa y vive
hambrienta. Cada uno debe vigilar los alimentos que el alma está comiendo,
porque hay muchas formas de alimentarla pero no todas son correctas.
Cuando el alma es alimentada erróneamente, no conseguimos vencer
determinadas áreas en nuestra vida. Existen muchas cosas vivas dentro de
nosotros que necesitan morir, para que lo nuevo de Dios sea establecido.
El alimento del alma pude ser:
·
Carnal (obscenidades, inmoralidades, disensiones, etc.)
·
Intelectual (libros, programas, música, filosofías, etc.)
·
Afectivo o emocional (rechazo, cariño, elogio)
·
Psíquico (depresión, crisis, desánimo)
·
Espiritual (misticismo, idolatría)
Necesitamos exponer urgentemente nuestra alma al proceso de conversión
por
Nuestra alma nunca quiere perder, sólo ganar, por eso siempre manipula
a las personas y las situaciones para satisfacerla. Veamos algunos personajes
bíblicos que alimentaron el alma de forma errada y cosecharon tragedias:
1.
ABRAM (Gn. 16:2-4)
Abram fue a Egipto algunas veces sin necesidad. A él le gustaba tener
su alma alimentada en aquel lugar. No fue difícil para Abram aceptar la
propuesta de Sarai: cambiar el “odre viejo” por “odre nuevo”. De esa forma el
se unió a Agar. ¿Quién era Agar? Era la esclava que Abram recibió del Faraón
para compensar la noche en que durmió con su mujer Sarai. Abram sabia que ir a
Egipto traía recompensas.
Los Padres de Abram eran idolatras y después de 10 años en
2.
DAVID (2 Sam. 11:1-5)
¿Qué hizo David? Dejó que sus ojos se posaran en tinieblas. El
literalmente abrió una ventana en su alma y acabó perdiendo su familia. En un
tiempo en que como rey debía estar en la guerra, se quedó en su palacio y envió
a Joab, sus siervos y el pueblo de Israel para el campo de batalla, y se quedó
observando a Betsabe.
David adulteró con Betsabe y alimentó tanto su alma que llegó a hacer
atrocidades por causa de ese acto ilícito. Esto trajo consecuencias terribles
para toda la familia. El alma de David quedó dolida y sus hijos fueron peores
que él.
AMNÓN (2 Sam. 13:1-19)
Él se enamoró de su hermana Tamar, la violó, y después la abandonó,
provocando la furia de su hermano Absalón.
ABSALÓN (2 Sam.13:28; 16:20-23)
Mató a su hermano Amnón, por el incesto cometido con Tamar y tuvo
relaciones con las concubinas de su Padre, a vista de todo Israel, es decir, él
hizo a la luz lo que su Padre hizo en la recamara, escondido con Betsabe.
SALOMÓN (1 Re. 11:9-11)
Hombre dotado de sabiduría, que heredó el reino de su Padre. Tenía un
reinado prometedor, pero erró su camino al envolverse con mujeres idolatras.
Terminó sus días casándose con muchas mujeres extranjeras y colocando aquello
que su Padre más temía dentro de Israel: dioses extraños.
A través de esos personajes, aprendemos que somos sanados o viviremos
al margen de la raya el resto de la vida.
¿QUÉ TIPO DE ALIMENTO USTED ESTÁ DANDO AL EQUIPO DEL
CUAL FORMA PARTE Y CUIDA?
Necesitamos vigilar para no permitir que los pequeños errores nos
lleven a los grandes. Tenemos que vigilar los caminos por los cuales está
andando nuestra alma. Nuestra alma es suficientemente inteligente para hacer
lazos que nos apresen para el resto de la vida. Por eso nuestra área débil debe
ser convertida.
Un ejemplo muy claro de esto es cuando la persona se envuelve en
adulterio. Por más que intente abandonar la situación, la pasión, muchas veces
no lo consigue, porque un espíritu de compasión le envuelve en relación al
otro, para generar destrucción familiar. La voluntad de Dios es dejar el
adulterio y el pecado, pero si no es ayudado por alguien que ya haya vencido
esa área, es difícil superar la crisis.
Existe el comportamiento normal y el comportamiento anormal y existe
una gran diferencia entre ellos. Desear a una mujer es normal, pero desear la
mujer de otro es anormal. Desear a un hombre es normal pero desear el hombre de
otra es anormal. Algunas cosas parecen simples para la óptica de los mundanos,
pero no debe ser así con nosotros, pues nosotros tenemos la mente de Cristo.
Nuestra posición debe ser diferente.
Un alma enferma hiere a todos los que están a su alrededor y entiende
las cosas siempre del modo que quieren. A veces las cosas anormales están más
próximas a nosotros que las normales y por eso el estratega de las caídas: el
diablo, procura nuestra derrota. Si el alma no fue sanada será visitada.
¿Qué hacer? Vigilar y pedir a Dios que convierta el área que está
débil, pues sino quedaremos el resto de la vida en el proceso de liberación y
sanidad interior. No deje a nadie colocar marcas en su vida. Usted tiene el
temperamento del Mesías. Al mundo le
gusta marcarnos y lo que es peor es que lo aceptamos, por eso Dios quiere
cambiar tu historia.
La transformación del alma sólo viene cuando Jesús se atraviesa en
nuestra historia. Una persona que aún no se ha encontrado con Jesús, empeora
cada día. Por eso, si alguien tuvo una experiencia con Dios, nunca decidirá lo
mismo al día siguiente. ¡Es imposible!
Todos necesitamos ser marcados en el alma por Él, pues sólo así
seremos mayores que cualquier sentimiento que venga contra nosotros y tendremos
fuerzas para vencer todos los obstáculos.
UN ALMA CURADA SE EXPRESA
Cuando no sabemos encaminar nuestra alma al lugar de sanidad, ella nos
da órdenes. Y no importa cuanto tiempo pase, un día ella nos hará alimentarla
de forma errada, pues siempre deseará ir al lugar donde las tendencias que no
fueron sanadas aún están vivas dentro de nosotros.
Necesítanos tener mucho cuidado, pues el alma siempre hará caminos
facilitadores para encontrar un contacto
para alimentarla. Eso nos alerta sobre el cuidado que debemos tener con el
lugar donde colocamos nuestros ojos.
En la trayectoria de la vida las personas pueden cambiar de dos
formas: para peor o mejor. Nadie permanece igual toda la vida. O empeoramos o
mejoramos. Una persona que usted encuentra y que parece siempre la misma es
mentira. Está cada día peor.
Nosotros que ya pasamos por el proceso del nuevo nacimiento
necesitamos tener la convicción de saber que somos mayores que lo que pensamos
y que nuestra alma no mandará más en nosotros, porque estará subyugada al
Espíritu de Dios por la experiencia que tenemos con Jesús.
Un alma curada se expresa, denuncia lo que siente. Está respaldada en
Nuestra alma no puede ser como la noche, que cuanto más oscura más
estrellas vemos. En este caso, las estrellas son como punta de contacto con el
enemigo. Cuanto más tinieblas hay en el alma, mas punto de contacto aparece.
Por eso, el sol de justicia va a iluminar en su vida y en los puntos de
contacto tendrán que desaparecer.
Ser sanado es una decisión y nosotros no nacemos para quedar paralizados.
Cuando seamos sanados se acabarán los argumentos, seremos padres de multitudes.
Es eso lo que
Dios dice que hay esperanza para nosotros, pues Él tiene luz más que
suficiente para reinar sobre las tinieblas de nuestra alma. Llegó la hora de
cambiar el discurso y la práctica. No podemos permitirnos ser los mismos,
necesitamos ser mejores cada día, decidiendo ser nuevos cada mañana, regocijándonos
y alegrándonos en el día en que el Señor hará (Sal 118:24).
En lo cotidiano, usted expresará las transformaciones ocurridas en su
vida. Las personas percibirán la diferencia: su conyugue descubrirá que usted
es una nueva persona; sus padres encontrarán en usted un nuevo hijo; sus hijos
tendrán nuevos padres. Y todos sabrán quien es usted en Dios y el potencial que
usted tiene. Usted no es mediocre. Es una bendición tremenda. Así será en su
vida y subirá de peldaño en peldaño y de gloria en gloria, hasta llegar a la
estatura de Cristo, de varón perfecto (Ef. 4:13).
Su vida va a brillar más y más hasta ser día perfecto, el día perfecto
habla de sanidad. El día perfecto de Dios está llegando para usted. Dios está
curando las llagas, las heridas, limpiando las lepras. Si usted quisiera, puede
ser la persona más feliz de la tierra. ¡Llegó la hora de tomar la decisión
correcta!
En el día en que Dios hizo al hombre, Él sopló en su nariz, le hizo
alma viviente y le dio de su Espíritu. Nuestra alma y nuestro espíritu son
resultado del soplo de Dios. Si
Dios sopló en nuestra nariz y Satanás
quiere soplar en nuestro oído, como hizo con Eva, porque la nariz representa la
vida y el oído representa la fe. Cuando Satanás sopla nuestro oído, contamina
nuestra fe.
En el libro de Hechos, capitulo 5, Ananías y Safira recibieron el
consejo del diablo y por causa de eso murieron. La oveja muere cuando sigue
otra voz que no es la de su pastor. Un equipo muere cuando oye otra voz que no
es la de su líder. Cada vez que oímos otra voz, dividimos la comunión.
No preste oído a voces extrañas, porque nuestra alma se contamina
fácilmente cuando nos asociamos con personas que están en otros niveles o que
poseen principios diferentes. ¡Cuidado con las asociaciones de su alma! El
Señor escudriña el corazón, pero el diablo escudriña el alma.
Hágase una vez más esta pregunta: ¿Qué
tipo de alimento tengo que darle a mi alma? Si usted quiere prosperar
necesita descubrir con que su alma se esta alimentando.
Jesús sanó a muchos pero no sanó a todos, Él sólo sanó a los que
fueron hasta Él y hasta hoy no es diferente. Por tanto, láncese en los brazos
del Padre y Él sanará los dolores de su alma y la renovará, pues está escrito:
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo
fuera” (Jn. 6:37).
En estos últimos días Dios tiene preparada para su iglesia la
oportunidad de tomar una nueva dirección. Pare de alimentar el alma con las
cosas viejas, renuévese en el Señor y fortalézcase en la fuerza de Su poder.
Dios quiere remover todo desequilibrio, todas las neurosis, todo lo que tiene
atrapado el crecimiento espiritual impidiendo la fructificación.
Decida dejar el alma vieja, rompa con las estructuras del pasado.
Permítase conocer el alma limpia, nueva. Rechace envejecer doliente, con un
alma enferma. Aliméntese de lo mejor de Dios para su vida y viva los mejores
días en esta tierra descansando en el Señor y gozando de todo lo que Él preparó
para usted.
CAPITULO 5
“Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que
es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre” (Fl.2:5-11).
Jesús es nuestro mayor
ejemplo de obediencia. La obediencia fue una de las mayores marcas del
ministerio del Mesías y la razón de su éxito. En todo Jesús fue obediente al
Padre. El seguía la llamada recibida, escuchaba siempre con atención las
órdenes de Dios a través de cada momento de intimidad.
Y lo fundamental: Jesús
cumplió su misión. Durante todo el tiempo que estuvo en la tierra ejecutó y
desempeño con mucho respeto la obediencia a la ley de Dios y a la los hombres.
Como líderes, en muchas
situaciones, encontramos dificultades para obedecer a los que están sobre
nosotros. Obedecer a la orden de alguien, de un líder puede no ser algo fácil,
pero es posible. Es una cuestión de disciplina y respeto. Todo líder que es
nacido de nuevo necesita tener esa marca en su carácter. Cuando obedecemos,
matamos nuestra carne y prosperamos.
En algunas ocasiones, para
obedecer tenemos que negar nuestro yo, exactamente como Jesús obedeció, en
sumisión. Aunque haya cuestionamientos dentro de nosotros, debemos obedecer.
La obediencia da fruto que
trae vida y la desobediencia fruto que da muerte. Hay fruto que alimenta y
fruto que mata. Cuando nos decidimos por la obediencia somos recompensados.
Muchos aún no alcanzan niveles mayores de conquista porque son resistentes.
Todo desobediente es rebelde y todo rebelde es idolatra.
Obedecer es entrenar la
propia voluntad con sacrificios. Para cumplir algo realmente relevante tenemos
que hacer renuncias. Hasta en las aparentes pérdidas, hay ventajas en la
obediencia.
La mejor manera de honrar
al líder es obedeciéndolo, respetándolo. El líder necesita ser obediente para
llevar al discípulo a ejercitarse en la obediencia. Los discípulos responden
según aquello que ven en sus líderes. Como es el líder, así es su generación.
El líder que tiene una obediencia ejercitada obtiene resultados de obediencia en
sus discípulos. Si el líder quiere prosperar, debe obedecer, continuar
obedeciendo y vivir obedeciendo.
Para caminar juntos en
equipo, es necesario decidir obedecer las órdenes del líder que tenemos. Pero
cuando obedecemos, traemos beneficios para nuestra propia vida. Debemos
ejercitar la obediencia en todo, sino atraemos maldición.
Nadie obedece de verdad
con restricciones. A veces no estamos de acuerdo con algunas cosas, pero aun
así necesitamos obedecer, pues la obediencia no depende del concordar.
La obediencia es un
principio válido tanto para impíos como para hijos de Dios. El impío en su vida
secular tiene requisitos que necesitan ser obedecidos; cuando eso no sucede, él
recibe un castigo. Lo mismo sucede con los hijos de Dios. Toda ley necesita ser
cumplida. Un ejemplo simple de eso es la señal de transito. Cuando un hombre
quebranta la regla de la obediencia, él pierde regalías, él paga un precio. Eso
es válido para justos e injustos.
Obediencia es una llamada
sin derecho a reivindicación que nos lleva a niveles de muerte: muerte del ego,
muerte de los sentimientos, muerte de la propia voluntad. Cuantas veces, para
obedecer, tenemos que abrir mano de nuestra propia voluntad a favor de alguien:
cónyuge, hijos, líderes, discípulos, amigos, etc. Fue lo que Jesús hizo por
nosotros.
No fuimos llamados a
obedecer en parte, sino para ser obedientes en todo. “Exhorta a los siervos a
que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no
defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la
doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tt. 2:9-10).
La obediencia nos da
derecho a la libertad. Obedecer es salir de sacrificios. Caminamos con un Dios
que demanda de nosotros obediencia y no sacrificio. Porque obedecemos, no
necesitamos sacrificar. La obediencia se hace conocida (Rom. 16:19) y todo
líder obediente es honrado, pues Dios ama la obediencia.
Cuando somos obedientes, Él
satisface el deseo de nuestro corazón. La obediencia rompe fortalezas en el
alma y lleva a quien la practica a lugares de honra.
Todo hombre obediente abre
caminos de bendición para que los discípulos entren. La obediencia destruye los
conceptos que se levantan contra el conocimiento de Dios “Pues aunque andamos
en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Cor. 10:3-5).
Abraham al recibir la
orden de Dios de salir de en medio de su parentela y de su tierra para ir a una
tierra que el Señor le mostraría, obedeció. Hoy, si podemos subir a la tierra
santa, es porque él no se resistió, sino que obedeció.
LAS CUALIDADES DE UN DISCIPULO OBEDIENTE
1. Es sabio
El discípulo entrenado en
la obediencia se hace sabio para el bien y simple para el mal. Él ejerce
obediencia y tiene respaldo para exigirla por causa de su testimonio.
2. Tiene
entendimiento
Cuando el discípulo es
obediente, tiene entendimiento acerca de lo que acontece a su voluntad, porque
la obediencia le hace tener un solo corazón. Él aprende a vivir los matices de
su ministerio, alegrándose con lo que está aconteciendo.
3. Es forma que
forma
Busca en
DISCIPULADO, SINÓNIMO DE OBEDIENCIA
El concepto de discipulado
se resume en la palabra obediencia. Ese ejemplo debe ir de los líderes a los discípulos.
Sino tenemos en el corazón la disponibilidad de obedecer, no podemos exigir
obediencia de ninguno.
En la visión celular, un discípulo
es formado en la obediencia. Él aprende a obedecer, obedeciendo. Es necesario
invertir en su vida. ¿Cuánto tiempo debemos invertir? El tiempo que sea necesario
para que él descubra la ruta de la obediencia. Cuando eso sucede, el discípulo
descubre quien puede ser en Cristo Jesús.
Si usted forma un discípulo
obediente, usted cumplió la misión dentro de
El pastor ve pasto y la
oveja ve capín, cada uno responde en el nivel de unción que está recibiendo. El
discípulo reproduce lo que ve y lo que oye. Por eso, ¡líder, mucho cuidado con
su testimonio! En sus reuniones usted necesita seguir el material que su
discipulador le da para tener legalidad, respaldo y respeto de sus discípulos.
Si no hay disciplina en obedecer algo tan pequeño, como ministrar en las
células el estudio recibido, como los discípulos serán obedientes si el sólo
reproduce lo que aprende con usted.
¿Cómo el líder puede
exigir lo que el no da o no tiene? Muchas veces, por los líderes, entra el espíritu
de desobediencia en la iglesia y en los discípulos. Si algo es transmitido a
ellos, diferente a la instrucción recibida, ellos harán lo mismo en sus
reuniones.
Si el discípulo oye del
líder lo que es cierto, mas ve que sus actitudes anulan su discurso, ellos se hacen
desobedientes y rebeldes. Cuando el líder tiene unción, los discípulos tienen
placer de seguirlo, porque saben que no son manipulados, sino conducidos al
triunfo.
Cuando el líder desobedece,
su autoridad es robada, pues muere en alguna área (1 Sam. 15:22). ¿A quién piensa
usted que su discípulo está siguiendo y por qué? Cuando el líder sale de debajo
de la instrucción, los discípulos siguen la instrucción que les parece mejor.
¿Hasta cuándo los
discípulos van a seguir al líder? piense que sus 12 se quedarán con usted el
resto de la vida. Entienda que los discípulos no son temporales, son eternos.
Jesús se quedó con sus discípulos hasta que subió al cielo. Por ese motivo,
tenemos que mirar a nuestros discípulos con inversión.
Lo que marca la vida de un
discípulo es el ejemplo del discipulador. O él se apasiona por el líder, o lo
rechaza. Él se apasiona por el líder cuando ve el ejemplo, pero el día que ese
ejemplo muere, el discípulo también muere en varios niveles. Él deja de ir a la
iglesia, deja de creer en las cosas de Dios, desiste de ir a la célula o a la
escuela de Líderes. Etc.
El líder es el ejemplo
palpable de que hay alguien serio en esta tierra. La mayoría de las personas vienen
de un hogar completamente destruido donde perdieron la esperanza en el padre,
en la familia y cuando encuentran a un discipulador piensan haber descubierto
un ejemplo. Ellos copian al líder en todo. ¡Es mucha responsabilidad!
La manera como el líder se
comporta en las células, en los cultos, en todo, es observada. Todo líder debe
ser obediente, pues la obediencia es su triunfo.
Veamos esta historia: dos
hombres fueron engendrados en la misma época: Juan y Jesús, más ellos eran
diferentes en sus comportamientos. Juan vino para abrir caminos (Is. 40), él
era la profecía personificada. Cuando el Mesías, Jesús, asumiese su ministerio,
el ministerio de Juan estaría completo y todo lo que el tenía que hacer era
someterse a Jesús.
Nuestro corazón es ruin y
puede tomar caminos y veredas que Dios nunca escogió para nosotros, perdiendo
entonces la bendición que estaba profetizada para toda la vida. Juan tenía un
comportamiento totalmente ermitaño; a él le gustaba estar solo. Juan no tuvo el
privilegio de ser discípulo de Jesús, porque no quiso. Él resolvió hacer un
ministerio paralelo.
Jesús hizo muchas
reuniones de discipulado en su ministerio y Juan no fue a ninguna de ellas.
Vivía en el desierto con sus discípulos. Pero discípulos generados en el
desierto no fructifican. A esos discípulos, podemos llamarlos particulares,
aquellos que formamos para nosotros mismos.
En el mismo desierto donde
Juan andaba solo, Jesús andaba con una multitud. Él aglomeraba la multitud en
las ciudades y en los desiertos también. La diferencia entre Juan y Jesús era
que Jesús atraía la multitud y Juan se apartaba de las personas.
Cuando somos discípulos de
Jesús, donde estemos las multitudes nos seguirán. No habrá desierto que nos
amarre, que nos detenga en el crecimiento si la unción del Mesías está sobre
nuestra vida. Juan fue desobediente a su llamado específico. Todos los que se
insurgen a la autoridad pierden el pescuezo.
Dos discípulos que estaban
con Juan en el desierto fueron hasta Jesús y lo siguieron. Jesús no coloca a
cualquiera en su equipo, por eso cuando los discípulos de Juan vinieron ante Él,
oyeron la pregunta: ¿Qué buscáis? Los discípulos de Juan querían ir a la casa
de Jesús y no querían andar más en el desierto. Uno de ellos se llamaba Andrés
y el otro (
Los discípulos de Juan no
ganaban a nadie. Por eso, Andrés pasó algún tiempo con Jesús y luego ganó su
familia, su hermano Simón. Al encontrar a Jesús, Simón es sorprendido con las
palabras de que a partir de aquel día su nombre sería Pedro, su identidad fue
cambiada.
Nadie puede entrar en la
presencia de Jesús y continuar con la vieja identidad. Nosotros podemos llevar
un tiempo en el proceso de cambio, mas todos seremos cambiados.
Cuando el líder obedece a
la orden de Jesús, gana a su familia. Un líder de lenguaje duro no consolida
discípulos. Necesitamos liberar palabras de amor para nuestros discípulos.
Cuando cuidamos de las personas, nunca quedamos solos.
El campo de trabajo de Juan
era el desierto. Mas, en el desierto no tenemos visión, tenemos espejismos y
engaños. Algunos prefieren vivir en el desierto porque les gustan las ilusiones
y fantasías.
Juan llevaba al pueblo a
la ilusión, mas Jesús llevaba el pueblo a la casa. Si sus discípulos están
viviendo en ilusión no habrá cambio en la vida de ellos, pues la ilusión es una
mentira. No deje sus discípulos en la ilusión.
En el mundo espiritual,
somos discípulos de Jesús. Jesús no hace discípulos para sí, los hace para el
Padre. Al orar, Él dice: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por
los que me diste; porque tuyos son” (Jn. 17:9). Juan tampoco hizo discípulos
para sí, porque los que él pensaba que eran de él no eran. A veces estamos
haciendo discípulos pensando que son nuestros y no son; ellos son del Padre.
Jesús no se enalteció, Él
no quiso usurpar los discípulos de su Padre. Dios está queriendo decir que
siempre estaremos generando discípulos para nuestro líder y si el no los
devuelve al Padre, el problema será de él. Tenemos que hacer nuestra parte:
generar discípulos para el líder, pues el rebaño que crece, crece debajo de la
unción de él.
A veces generamos
discípulos que son tan nuestros que no responden a la voz del líder que está
sobre nosotros. Nosotros probamos que nuestros discípulos son como los de
Jesús, que son llevados a Dios, o si son como los de Juan que quedan guardados
para si.
Cada remiendo de las ropas
de los discípulos de Juan significaba una doctrina diferente, y es en ese
contexto que Jesús los reprende diciendo que no se pone remiendo nuevo en ropa
vieja. La ropa de Jesús era hecha de una sola pieza sin costura alguna. Jesús
no quiere que le sigamos por pedazos, quiere que sea una entrega integral, sin
remiendo y sin costura. Hay muchas personas “cosiendo” en el Reino de Dios.
Dios no tiene ropa
remendada para nadie, Dios nos vestirá con una ropa nueva, botará la ropa del
viejo hombre y nos dará a vestir del nuevo hombre lleno de autoridad. Para
recibir vino nuevo es necesario limpiar todo (Mat. 9:14-17).
Jesús llamó a los
discípulos de Juan odres viejos y se presentó como vino nuevo. Él quiso decir
que como vino nuevo no podía derramarse en la vida de aquellos discípulos que
tenían muchas cosas viejas dentro de sí.
Odres nuevos fueron hechos
para recibir vino nuevo y odres viejos solo reciben vino viejo. Jesús muestra
que para andar con Él es necesario celebrar la presencia de lo nuevo.
Cuando los discípulos de
Juan aún estaban conversando con Jesús, llega el jefe de la sinagoga (el
tradicional) y adora y pide al Señor que resucite a su familia. Los discípulos
de Juan siguen a Jesús para ver la resurrección y en esa caminata una mujer
enferma toca las vestiduras sin remiendo de Jesús y es sanada.
Cuando el vino nuevo es
colocado en odre viejo, el odre sangra. Aquella mujer era un odre que sangraba
y Jesús muestra que Él puede estancar el odre que sangra. Dios quiere decirle
que
Cuando Jesús entra en la
casa, Él retira a todos los que estaban a su alrededor lanzando palabras
negativas. Sólo los que creían, entraron para ver la resurrección de la niña. Habrá
momentos en el discipulado que tendremos que hacer una selección, pues hay
niveles de batalla en que no todos pueden participar.
Tenemos que salir de los
remiendos; debemos decidir de quien somos discípulos; tenemos que entrenar
nuestra obediencia. Las veces que tocamos a Jesús ganamos vidas, pues Él
estanca los odres que están rotos, sangrando. Dios estanca nuestras
hemorragias, la perdida de vida.
No acepte perder más. Tal
vez usted puso un equipo en hemorragia o muerte, pero Jesús resucitará a sus 12
para que ellos no anden más estancados. Lleve la vida de Dios a su equipo y
ellos caminarán alimentados con el recuerdo de que fueron resucitados. No
perderemos vidas y no dejaremos más que los odres pierdan el vino que Dios
colocó. Deseche las ropas remendadas y reciba lo sobrenatural de la
resurrección.
CAPITULO 6
¿A QUIÉN PRESTÉ MI ALMA?
Muchas veces queremos ayudar a las personas a resolver determinadas
situaciones que aún no hemos resuelto nosotros mismos. La mejor forma de ayudar a alguien en un área
débil es cuando sabemos que esa área ya fue conquistada por nosotros.
Nuestra
alma no puede estar prestada en cualquier lugar o a cualquier persona. Eso
es algo serio, muy importante, y que
requiere liberación total. ¿Sabe usted con quién está su alma? ¿Quién toma su
alma? ¿Quién está atrapando su alma?
Ningún
discípulo tiene dificultad en hacer lo que se le ha ordenado cuando ve que el
testimonio de su líder respalda lo que
habla, por el contrarío, él tiene placer en seguirlo.
Cuando las personas no ven un ejemplo
a seguir, ellas difícilmente responden, pero cuando damos testimonio, ni
necesitamos pedirlo, somos imitados automáticamente y hay mejores respuestas.
En todo tenemos que ser el ejemplo, antes de querer que los otros cambien. A
veces instruimos los discípulos, pero no colocamos en práctica las
instrucciones en nuestra vida. Dios nos quiere en todo totalmente liberados y sanos.
Muchos
crecen oyendo a los padres decir: "hagan lo que yo mando, pero no hagan lo
que yo hago". Reciben una instrucción que puede ser buena, pero
difícil de ser seguida. Posteriormente, reproducen lo que oyeron. Es necesario
pasar por un proceso de sanidad para ser curados de los errores impresos en nuestra
infancia y que han permanecido toda una vida, pudiendo dejar el alma prestada a
muchos lugares y/o personas.
Para alcanzar un alma liberada es
necesario levantar un muro de protección. “Como
la ciudad derribada, que no tiene muros, así es el
hombre que no puede contener su espíritu" (Pr. 25:28). Una persona con el alma presa, prestada, no
funciona en su liderazgo. El líder necesita estar preso a Dios. De esa forma estará seguro. El testimonio del líder lo expone para bien
o para mal.
Las áreas en las cuáles tenemos
algunas debilidades son las mismas en algunas personas vienen a buscar ayuda en
nosotros. Eso no quiere decir que el diablo está queriendo entrar en la
historia para destruirnos o avergonzarnos, pero que Dios está entrenándonos y
dándonos una oportunidad para que seamos curados de nuestras fragilidades y
debilidades. Dios nos sana por circunstancias a pesar de no ser el deseo de Él.
El deseo de Dios es mantenernos sanos siempre.
¿Cuántas
veces experimentó usted una unción tremenda por un momento? Después pasó. Usted
quedó con la duda: ¿Por qué sucedió? La respuesta sólo vendrá cuando usted
descubra donde está su alma. ¿A quién le fue prestada?
Las bromas y distracciones revelan
la veracidad del alma. Un líder no vive en medio de las distracciones, con
palabras torpes, que hieren a otros. Él no se permite oír cualquier cosa. Sabe
cual debe ser su comportamiento y cuando debe prestar su voluntad a una
distracción. El líder debe hacer la diferencia en el lugar donde está.
Un hombre mundano siempre
comienza algo serio con una jugadera. Por ejemplo le brinda a la secretaria,
después le dice elogios, le manda una flor… Si ella responde a sus juegos los
próximos pasos conducirán a lo inevitable.
No
debemos caminar como eternos niños en lo que se refiere a nuestras actitudes.
Para un niño la cosa más seria es jugar. Él es capaz de llorar por un juego, pues
es el momento donde él crea un mundo imaginario, revelando lo que tiene en el alma.
Para
un niño vivir jugando es normal, para un adulto no lo es.
Así
como Dios es experto en el mover del Espíritu, Satanás es experto en amarrar el
alma.
Él toma el alma y la prende en algún lugar y es allí cuando oímos hablar de sanidad
interior, pues vamos siempre a aquella situación que nos marcó, que nos hirió.
A partir de allí se desencadena una serie de situaciones, y si no buscamos sanidad
pasaremos el resto de nuestras vidas recibiendo de las mismas actitudes que
hacemos o dejamos de hacer.
Necesitamos aprender que nuestra
alma pertenece a Dios y debemos hacer algunos descubrimientos que son vitales
para rescatarla y después ayudar a otras personas en situaciones complicadas.
¿A
quién presté mi alma?
Jesús
pagó un alto precio por nuestro espíritu, cuerpo y alma. Nuestra alma ya fue
comprada por Dios. Esa falta de entendimiento tiene a muchas personas con el alma
dividida.
Sabemos
que el alma es la sede de nuestras emociones. De la voluntad,
pensamientos y los deseos. Eso puede ser interpretado como persona, corazón y
asimismo como equipo. Y cuando caminamos en equipo, las personas que viven
atadas acaban por atar a las otras. Por donde pasan prestan el alma y prenden
el alma de las otras personas.
Como
líderes, tenemos la obligación de saber donde está nuestra alma. La mayoría de
nosotros tenemos el alma prestada en algún lugar, o a una persona que no tiene
el derecho de estar con ella. Nadie tiene el derecho de prender
nuestra alma, porque ella le pertenece a Dios. Su alma puede estar en algún
lugar o en varios lugares, con una persona o varias personas. Puede estar
atendida en esos lugares o con esas personas, pero ella necesita volver a usted
y a Dios.
1. El ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UN
DECRETO.
Si
algunas veces usted escuchó algo como esto: “Tu nunca vas a triunfar en la vida;
tu no vas a ser nadie; tu eres un burro, etc”. Esos decretos, cuando son lanzados,
quedan almacenados en su alma y en un momento determinado es como si ellos
fueran activados nuevamente, es decir, la persona está presa y atada a ellos.
Cuando un decreto es liberado,
podemos reaccionar contrariamente y cancelarlo o simplemente recibirlo. Dos
personas pueden tomar un decreto liberado: Dios o el diablo. Entonces a partir
de ahora es usted quien decide con quien se queda su alma.
2. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UNA
PERSONA
Si
las personas erraron, no podemos morir a causa de ellas, no podemos sufrir
eternamente por el error del otro, aunque nos haya perjudicado.
Mucho
cuidado al entrar en la vida de alguien que usted intenta ayudar, y que no
quiere cambio. Su alma puede quedar asociada al alma de esa persona.
Cuando
nuestra alma se asocia al alma de otra persona, estamos permitiendo que esa
persona conozca el secreto de nuestra alianza.
3. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UN
SENTIMIENTO
Una
persona en depresión, por ejemplo, casi siempre tiene un argumento y/o un
pecado detrás.
Es verdad que en algunos casos son
provenientes de una disfunción clínica, como mujeres que sufren problemas
hormonales, etc.
Observe como en la mayoría de los
casos hay un sentimiento que Satanás está recordando siempre, y que hace que la
persona quiera volver al mismo lugar de donde ha salido varías veces, como
resultado queda amarrada con cuestionamientos, presas del pasado. Sepa que
existen lugares que no merecen su alma.
Dios va a devolverle su alma;
Usted entrará en el mundo del espíritu y rescatará su alma. Hay marcas del
pasado que aún no fueron olvidadas y mientras usted permanece conectado a estas
marcas o sentimientos, su alma se queda prestada a traumas. Y, recuérdese: todo
trauma es una puerta abierta para los demonios. Un trauma nos puede atrapar por
la eternidad. No estamos hablando de un miedo cualquiera, sino de un trauma que
esclaviza el alma.
Muchas veces confiamos nuestros
sentimientos, nuestra vida, nuestra esencia, a personas y después descubrimos
que estamos en un camino errado. Cuantos ministerios, cuantos líderes ya nos
marcaron de esa forma. Si usted quiere puede quedar libre de todo a lo que ha apresado
su alma. Nuestra alma registra todas las cosas, tanto buenas como malas.
4. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UN
RECUERDO
Cuando el alma está prestada a un
recuerdo, una persona puede vivir un tormento eterno que enferma el cuerpo,
anula el espíritu y mata el alma. El alma crea su propio Egipto, o lugares de
recuerdos. Las disimulaciones y el ocultismo son mentiras, ¡no necesitamos de
eso! Dios nos llamó a ser el poder de la verdad, el fiel de la balanza. No
necesitamos mentir u ocultar pero el alma pide eso, a ella le gusta guardar
todo.
Como el alma registra todo,
guardamos muchas cosas que no son buenas, las cuales recordamos y a veces parece que no conseguimos alejarnos
de ellas. Tenemos que derramar lo que recibimos de ruina para que nos quedemos solamente con lo
que es bueno. El alma es un granero y somos nosotros quienes decidimos el
alimento que guardamos en ella.
Desde niños tenemos un alma
entrenada que no puede ser subestimada. Somos muy inteligentes. Cuando un padre
pregunta: ¿Dónde estabas? El niño piensa en una disculpa, que consiga hacer convincente
su historia y que sea verdadera. Desde el Edén fue así. El niño después de
adulto continúa preso en los recuerdos tristes que tubo en su pasado con su
familia, etc.
Es hora de encerrar los recuerdos
del pasado y hacerlos morir. Por eso, para soltar el alma del pasado usted
necesita desear tener un alma santa, que no quiere ser más esclava del diablo.
Necesitamos ser verdaderos valientes y decidir rescatar nuestra alma.
5. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UNA
PALABRA RECIBIDA
Una palabra puede tomar el alma
colocando miedos y rencores y fijando puntos de contacto. Lo que sucede
normalmente día a día, el consciente puede borrar, pero el subconsciente no
olvida y en la primera oportunidad, él nos
recuerda.
Observe este ejemplo: una pareja
de novios se promete uno al otro “Esto nunca se va a acabar” Con el pasar del
tiempo, ellos rompen, cada uno sigue su camino, comienzan una nueva historia de
vida con otra persona, se casan con esas palabras guardadas en el alma. Cuando
se encuentran nuevamente frente a frente son envueltos por el encantamiento.
Otro ejemplo está en un padre que
responsabiliza a un hijo diciendo: “Mi empresa va a quedar en tus manos; si
quiebra la culpa será tuya”. El hijo se esfuerza, pero como él no es como el padre, las cosas
no son exactamente como lo había planeado, y la inminente visita de la frustración viene.
Todo ser humano necesita de
estímulos, necesita recibir palabras de vida, elogios, incentivos. Necesitamos
estimularnos y estimular a otros. El alma se alimenta con palabras de vida, que
traen alegría y placer.
El problema es que durante
nuestra vida en vez de ser estimulados, fuimos, muchas veces, desestimulados.
Por eso, Dios va a rescatar su alma de toda palabra de muerte lanzada y fijada
en su corazón. Su alma será trasladada a un lugar de alegría. “Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion
con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría,
y huirán la tristeza y el gemido” (Is. 35:10).
6.
EL ALMA
PUEDE ESTAR PRESTADA A ALIANZAS
Podemos estar presos por alianzas
que hacemos. Necesitamos tener cuidado con las alianzas, independientemente de
los niveles, pues hay un peso de responsabilidad sobre cada una de ellas y
puede ser perjudicial para esa persona y afectar toda la estructura de su vida.
Hay una historia aparentemente
boba pero oportuna. Había dos hermanos llamados Pedro y Maria. La madre de los
niños siempre dividía las tareas de la casa entre ellos. Él barría la casa,
ella lavaba los platos. Un día la madre salió de su casa y fue a la ciudad.
Pedro, jugando, tiró una piedra y mató una gallina. Corrió y enterró la
gallina, pero al regresar su hermana dijo: lo vi todo.
A partir de ese día, María
obligaba a Pedro a hacer las tareas de él y las de ella con la amenaza de
contarle todo a su mamá. Una y otra vez la madre preguntaba por la gallina y
Pedro era obligado a mentir.
Cierto día, cansado de los
chantajes de su hermana, a la hora del almuerzo, Pedro decidió confesar el
error a su madre aunque eso le costara un castigo, pues no soportaba más ser
esclavo de su hermana. Cuando la madre supo la historia y todo lo que Maria
hizo con Pedro, obligó a la hija a hacer todos los oficios de la casa sola por
el mismo periodo de tiempo que Pedro fue esclavo de sus chantajes.
Cuando confesamos nuestra culpa o
soltamos nuestra alma de un pasado, dejamos de ser esclavos. Siempre existirá
alguien queriendo manipular nuestra alma amarrándola, para chantajearla.
En 3 Jn. 2,
7.
EL ALMA
PUEDE ESTAR PRESTADA A UNA CATASTROFE
Los registros del alma son muy
peligrosos para el futuro, pues podemos fijar recuerdos de catástrofes
ocurridas y hacer que eso mismo suceda en nosotros siempre. Ese es el triunfo
del diablo: atrapar el alma en el pasado para seguirla visitando en el
presente, recordando todo lo que aconteció como catástrofe incitando a que esto
se repita de la misma manera con usted.
El diablo saca provecho de las
catástrofes, pero usted puede transformar el lugar de catástrofe en lugar de
alegría si usa los recursos del Reino de Dios.
8. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA AL
HEDONISMO
¿Cuál es el contenido de su alma?
Nunca facilite el camino al hedonismo, para alimentar los sentimientos de
autocompasión. Sea un mayordomo de su alma, cuídela y no se la sirva a
cualquier persona. Hay diferencia entre el mayordomo y el mesonero. El mesonero
sirve a todo el mundo, el mayordomo cuida de lo que sirve.
El alma humana tiende a ser
hedonista, es decir, gusta de colocar el placer como bien supremo, como estilo
de vida. El hedonismo nos impulsa a satisfacer la carne en la manera de vestir,
comer y de comunicarse.
En Lucas 12:20 se cuenta la
historia de un hombre que preparó muchas cosas para que su alma descansara en
paz. Y Dios le dijo: loco, esta noche pedirán tu alma; y lo que tienes
preparado, ¿Para quién será? Todo aquello que el hombre había preparado era
para su propio deleite para suplir sus necesidades hedonistas, por eso Dios lo
llama loco. Su proyecto era totalmente volcado para su propio placer. Vamos a
aplicar ese texto a nuestra propia vida, recordando nuestra propia alma.
Nuestra alma es como un almacén
donde guardamos cosas buenas o ruines para después alimentarnos. Pero, Dios
está requisando nuestra alma. Él quiere saber lo que hay de malicia dentro de
nosotros, si hay interpretaciones precipitadas, mentiras, maledicencias,
palabras persuasivas de maldad. Sea poseído por la mente de Cristo, no ande en
sus habilidades propias, mas haga todo por y para Dios.
Eso no significa que no debamos
hacer proyectos para mejorar de vida, vivir confortablemente. Mas, sus
proyectos no deben tener como motivación mostrar a los otros que usted puede.
Los proyectos tampoco deben ser alcanzados de forma incorrecta, desleal y/o
injusta. A veces hacemos cosas pensando que son correctas, mas cuando
analizamos las bases percibimos que nuestro corazón desechó todo aquello para
poder fluir de forma incorrecta.
En ese momento nuestra alma entra
en locura, en delirio, y nos damos cuenta que creamos caminos y facilidades
para satisfacer nuestro hedonismo, usamos nuestras fuentes humanistas para auto
promovernos. Entonces, en nuestro corazón nace el pensamiento: seré prospero,
para mostrarle a todos los que están a mí alrededor que soy mejor que ellos.
Esas tendencias interiores son
locuras de nuestra alma. ¿Para que hacemos lo que hacemos? Si es para Dios, él
debe ser glorificado en eso. En 1 Cor. 4:1
9. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A CARCELES
Nuestra alma está encarcelada
cuando estamos prisioneros psicológicamente, por ejemplo. La prisión psicológica
puede matar el alma de un individuo y de una generación. Existen torturadores
del alma (Ez 13: 17,18 y 18:4), que
Nuestra alma puede estar presa en
las confesiones contrarias. Cuando un alma sale de la cárcel aprende a dar
alabanzas, no vive más en murmuración (Sal. 142:7). Mientras nuestra alma
estuvo en la cárcel, ella no daba alabanzas. El diablo quiere usar situaciones
para meter nuestra alma en la cárcel y tenemos que luchar contra eso porque
ninguna situación adversa es mejor que la libertad que tenemos en Cristo Jesús.
Dios rescatará nuestra alma de la cárcel.
Cuando el alma sale de la cárcel,
ella comienza a vislumbrar nuevos horizontes. Hay muchas cosas que podemos
conquistar. Dios quiere enseñarnos que para salir de la cárcel necesitamos
gritar. No fue Dios quien gritó para que David sacara su propia alma de la
cárcel, fue David quien gritó pidiendo que Dios lo arrancase de allí. No es
Dios quien coloca el alma en la cárcel, somos nosotros quienes permitimos que
ella sea encarcelada.
No deje a nadie más hacer tortura
psicológica con usted y no la haga con otros. Nosotros tenemos la capacidad de
quedar en cárceles así como tenemos la capacidad de colocar personas en
cárceles con expresiones o con palabras.
El alma debe llenarse de
las cosas que son de Dios. Dios dice que sacará de nuestra alma todos los
recuerdos ruines. La propuesta de sacar el alma de los recuerdos negativos es
del Señor. Él sabe que una persona que está pasando por desistencia le gusta
recordar las cosas que no puede tener. Dios no quiere que volvamos al lugar
oscuro, pues fue Él quien nos sacó de allí para el reino de la luz.
El consejo de Dios es que
guardemos nuestra alma (Dt. 4:9). Debemos resaltar lo que Dios hace y no traer
a memoria el lugar donde fuimos esclavizados. Dios está interesado en asociarse
con usted. Pero, la pregunta es: ¿A quién está asociada su alma?
Nuestra alma debe ser
gobernada por Dios, consagrada a Él, y entonces no volverá a las tinieblas y no
se alimentará de las porquerías del diablo. Cuando el hombre pecó, mató parte
de su alma. Cuando Jesús resucitó, restauró nuestra alma. Por la redención,
tenemos el derecho de nuestra alma como un todo y no por mitad. Llevar el alma
a conocer las novedades de Dios, habitar en un nuevo tiempo es la propuesta de
los cielos para usted.
Cambio de vida es el
resultado de un alma libre. Un alma libre siempre se expresa sin perder el
respeto. Hay personas que se expresan mucho y parecen tener el alma libre, pero
cuando falta el respeto, demuestra que no tiene el alma libre, por el
contrario, demuestra que tiene un alma flechada que busca herir a otros.
Rescate su alma y
entréguese a Dios. No permita que su alma caiga en ningún precipicio indeseado,
ni en la mano del diablo o de quien quiera que sea. Dios sacará de su alma todo
recuerdo ruin, todo deseo que este lejos del propósito (Nm. 11:6). Usted puede
vaciar su alma de todo aquello que no que parece ser bueno, pero no es suyo.
Guarde su alma con el
consejo de Dios. Sujétese al Señor y decida ser sanado. Pida al Señor que le
muestre donde su alma estaba presa y clame por liberación. Dios le está
llamando para asociar su alma a la de Él. ¡Sólo depende de ti!
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