miércoles, 11 de octubre de 2023

ENCUENTRO-GRAN-RESCATE

 

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Contenido

 

 Prefacio

 

Capitulo 1 La Visión y sus estrategias

 

Capitulo 2 El rescate del líder

 

Capitulo 3  La restauración de los sueños

 

Capitulo 4 El alimento del alma

 

Capitulo 5  La obediencia del llamado

 

Capitulo 6 A quien preste mi alma

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Prefacio

 

Este libro fue elaborado para soñadores, para personas que decidan entrar en páginas y hacer de cada una de ellas su modelo de vida. ¡Cuando estaba escribiendo, me recordé de usted! Usted podrá cuestionar: ¡Pero él no me conoce! Realmente, puedo no conocerle, pero reconozco soñadores. Su paso por este libro prueba que somos del mismo equipo: de los deseosos por la transformación de este mundo a un mundo mejor.

 

Sus sueños serán restaurados. Al leer este libro, usted descubrirá algunos misterios y será consolidado en otra actitud. Ese asunto es demasiado fascinante, pues todos nosotros tenemos blancos en nuestra vida. El hombre no vive sin una meta, un blanco, un objetivo.

 

Los sueños son una brújula para que el individuo sea orientado. Por eso en el transcurrir de los días, somos flechados por conceptos o situaciones que nos hacen desistir y desviarnos de los objetivos. Fácilmente somos seducidos en medio del camino, y las distracciones hacen que nuestros sueños sean interrumpidos. Mas un hombre soñador es indetenible; pues lucha, batalla, persiste hasta  que su meta es alcanzada.

 

Este libro le dará la oportunidad de reconsiderar y corregir los caminos torcidos que usted está recorriendo y sea ubicado en la dirección correcta.

 

Nuestra sociedad carece de hombres y mujeres comprometidos en ser diferentes para hacer la diferencia en donde viven, trabajan o simplemente transitan. Somos agentes de transformación.

 

Hay una expectativa muy grande en nuestro medio, como si algo nuevo estuviese sucediendo. El problema de muchos en nuestro pueblo es que no tienen un buen hábito de lectura, el material de  auto-ayuda  está creciendo y siendo instrumento valioso en este momento transformador.

 

La transformación deberá ser anhelada por todos aquellos que quieren un futuro mejor y una descendencia fuerte y poderosa. Muchas sociedades deberán estar envueltas en este transcurso. Transformar una sociedad no es fácil, pero… ¿qué es fácil en esta vida? De lucha en lucha, vamos generando una descendencia conquistadora.

 

La transformación deberá ser realizada en todas las áreas: educación, salud, economía, política, entre otras. Ocupar este planeta y no hacer nuestra parte es ser apenas uno más de la multitud incontable. Todos deberían dejar un registro para que las futuras generaciones se sientan: ¡agradecidas por haberle colocado bases!, ¡agradecidas porque hayas existido y hayas hecho la diferencia!

 

Conozco un judío que nació en Brasil y hoy vive en Israel realizando un trabajo fantástico de llevar peregrinos a la Tierra Santa. Sin proselitismo, él muestra la Tierra Prometida y nos da ánimo para regresarnos a Brasil con un discurso más optimista. Yo le hice una pregunta: ¿Usted se siente brasilero o se siente israelita? Él me dijo: no me sentía, hasta que… le pregunte, entonces, ¿Qué quiere decir el, hasta que…?

 

Él me respondió: Un día estuve en Puerto Seguro, Bahía. Allí miré una multitud de personas luchando por un país mejor en el útero de la nación brasilera. Fui hasta la AJI (Alianza Joven Internacional - que estaba en otro pabellón). Allí miré centenares de jóvenes que estaban llorando clamando por un Brasil mejor y mas justo, recibiendo una palabra de guía, sabia pura y verdadera.

 

Entonces, en aquel día nació un nuevo Brasil que yo no conseguía ver. En aquel día yo vi que existían brasileros que luchaban por una patria mejor y estaban formando una nueva generación. Ese día, tuve la alegría de ser brasilero, pues yo conocí un Brasil diferente. Creí, entonces, en la propuesta que pronto Brasil será otro.

 

Pregunto: ¿Qué impactó a aquel judío? ¡Un sueño!

Nosotros creemos en un sueño, y debemos luchar por el. Llegó la hora de tener una Venezuela más justa, una familia saludable, con maestros y líderes que sean comprometidos con el llamado. ¡La hora es esta!

 

Al correr por estas páginas, imagínese dentro de cada párrafo, vamos a restaurar la nación por medio de los sueños. Pues ellos motivan nuestros corazones y son una herramienta especial para que nuestra conquista se eficaz y verdadera.

 

La propuesta de este libro es no usarlo como cabecera de la cama, o en una biblioteca, sino que marque algo histórico en su corazón y sea desafiado a una conquista en una proporción que nunca imaginó. Este libro le desafiará a una conquista y una razón de vivir que, en todo tiempo, usted recordará que Dios le da una tremenda oportunidad de cambio.

 

Recuerde que Dios es para nosotros el mayor ejemplo de un soñador. Él no desiste de soñar, de ver las naciones glorificando su nombre; Él no desiste de ver hombres y mujeres reflejando su gloria en la tierra. ¡Dios no desiste de usted! ¡Permítase ser ministrado por el Espíritu Santo mientras lea este material; deje que su corazón sea plasmado! ¡Ajuste su alma con el alma de Dios y usted verá que nada puede detener a un soñador!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO I

 

LA VISIÓN Y SUS ESTRATEGIAS.

 

 

Una de las mayores estrategias de la Visión Celular es arrancar la mentalidad de grupo para plantar la mentalidad de equipo. Dios no nos hizo para andar solos. Necesitamos aprender a relacionarlos y eso habla de madurez en nuestro liderazgo.

 

“Su deseo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio”. (Prov. 18:1). Cuando un líder anda solo o siempre con el mismo grupo es porque tiene problemas al relacionarse y existen muchos argumentos escondidos en su vida. Es una persona centrada en sí mismo, orgullosa y autosuficiente. Por tanto tiene dificultades. El líder que desea conquistar no debe vivir en la ruta de soledad, sino en contacto con las personas, viviendo en equipo, entendiendo que uno es la protección del otro, soportándose mutuamente.

 

Muchas veces pensamos que no nos relacionamos con los otros hermanos porque ellos son problemáticos y carentes,  cuando en el equipo nosotros somos los más necesitados de sanidad.

 

Tenemos sentimientos de grupos incubados y necesitamos descubrir lo que hay de errado en nosotros, para ser tratados y sanados. Las personas están carentes de amistades verdaderas; lo que más quieren es encontrar a alguien que quiera relacionarse con ellas sin fronteras. Y para eso es necesario entender cual es la diferencia entre la mentalidad de grupo y la mentalidad de equipo.

 

GRUPO: vive intereses individualistas y cada uno lucha por su propio objetivo; un bando de gente andando juntas, donde ninguno se preocupa por la necesidad del otro; el grupo vive en soledad.

 

El sentimiento de grupo es pecaminoso y nos puede sacar del camino de Dios, impidiendo la fructificación, porque forma un aglomerado de gente exclusivista. Quien tiene corazón de grupo es inflexible y radical con los otros, no importa cuanto tiempo tenga de ocurrido algo que lo hirió, el estará siempre recordando la consecuencia del error.

 

EQUIPO: hay unidad porque todos luchan por los mismos objetivos; uno soporta a otro en amor; el equipo ve la necesidad del otro; en el equipo todos viven en familia.

 

El Señor quiere que usted se abra para renunciar a las prisiones que el diablo colocó en su alma. Renunciar duele, pero es necesario (Is. 54:2-4).

 

Cuando andamos en equipo, nos movemos en lo sobrenatural,  nos multiplicamos y prosperamos y aunque la renuncia quiera golpear en nuestra puerta, no nos perdemos porque uno es el soporte del otro.

 

Dios desea que el solitario viva en familia (Sal. 68:6). Vivir en familia es diferente que morar con muchas personas. Podemos vivir en familia y continuar solos. Habitar es igual a estar dentro.

 

 

EL LUGAR DEL LIDER NO ES LA CAVERNA

 

Como creación de Dios somos diferentes unos de los otros, más nuestras diferencias no son para apartarnos de nuestros hermanos, sino para completarnos y en equipo conquistar lo que Dios tiene preparado para nosotros.

 

En nuestra mente debe quedar muy clara la diferencia que existe entre individualidad e individualismo. La individualidad habla de las características propias del individuo y el individualismo habla de la particularización, egoísmo, aislamiento de la sociedad.

 

El líder que cae en el error del individualismo queda incrédulo y vive en si mismo, confundido y sintiéndose siempre solo aún cuando está acompañado. Anda siempre con el mismo grupo y solo sale de él para comunicarse con otras personas cuando es de su interés. No es feliz y puede llevar a todo el grupo a la muerte, por causa de la soledad, pues él mismo genera desistencia o renuncia. Su fin es acabar en el desierto y estéril.

 

Elías fue un profeta de gran relacionamiento con Dios, hombre de fe que realizó muchos milagros. Pero un día resolvió tomar la ruta del asolamiento, del individualismo. Fue visitado por el espíritu de desistencia, depresión  y se encaminó hacia el desierto, solo, para esconderse en una caverna. Allí, deseó la muerte (1 Reyes 19).

 

Vemos que Elías escoge caminar por aquella ruta, tomó la decisión de ir solo. Todo líder escoge el camino que quiere seguir. Elías tuvo el sentimiento que todo líder asolado experimenta: deseo de muerte por no soportar la prisión en la cual entró.

 

Cuando él fue al desierto y entró en la caverna, por más que pensara escapar de Jezabel, estaba escapando de sí mismo.

 

Entrar en la caverna es declarar la muerte de los sueños, de la vida, del ánimo. Cuando entramos en la caverna entramos en rebeldía.

 

El primer síntoma del aislamiento es apartarse de las personas que amamos y por las cuales somos amados. A un desistido sólo Dios puede sacarlo de la caverna. El desistido está siempre culpando a alguien por sus debilidades. Así pasó con Elías. En la desistencia, alimentamos nuestra incredulidad y entramos en desprecio, desagradando el corazón de Dios (Sal 34:18; He. 10:38; Sal. 37:4).

 

Cuando hay pecado en la vida del líder su semblante cae, el queda entristecido. El diablo sabe que el líder desistido no solo está abriendo mano de sus sueños, sino de los sueños del corazón de Dios y de millares de vidas que están detrás de él.

 

¡El aislamiento no es su lugar! El lugar del líder no es la caverna, es delante de las multitudes.  El Señor nos creó para vivir en familia, fue así desde el principio. Y por eso Dios, que es estratega, preguntó a Elías dos veces: ¿Qué haces aquí? Y lo mandó a volver por el mismo camino, es decir, para el lugar de donde nunca debió haber salido.

Dios sabe que cuando salimos debajo de la cobertura  y nos aislamos viene a visitarnos el miedo. Y hoy Él le pregunta: ¿Qué hace allí en ese lugar de soledad?

“Su deseo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio” (Pr. 18:1).

 

Necesitamos tratar a nuestros hermanos buscando ser bendición en sus vidas. Uno debe luchar por el suceso del otro. Eso trae prosperidad para todo el equipo. Veamos dos principios para prosperidad:

 

1.      CUANDO ENTRAMOS EN ALIANZAS (PACTOS), PROSPERAMOS

 

La alianza es un contrato hecho entre un débil y uno más fuerte a fin de tener nivelación. Toda alianza necesita de dos partes para ser establecida. Ella es eterna, inquebrantable, irrevocable y sólida, por eso toda alianza es probada y para ser probada cada uno debe cumplir con su parte, pero la alianza necesita persistir independiente del otro.

 

La alianza tiene poder de enriquecer, hacer prosperar, cuando es colocada arriba de cualquier sentimiento, pero todo quiebre en la alianza lleva a la pobreza, al fracaso, retiene la bendición, atrae dolores, sufrimientos, ruinas, ataduras, miedos y calamidades, conforme Deuteronomio 28. El principio de la alianza sana el miedo del líder de colocar en acción su fe.

 

La alianza nos da seguridad. Por ejemplo, todo matrimonio que se mantiene fiel a la alianza hecha delante del altar de Dios, cumpliendo su parte, prospera en un nivel inimaginable. Toda alianza que hacemos con Dios se refleja en la relación con las personas y el equipo y siempre trae prosperidad cuando es respaldada en la fidelidad.

 

El acto de alianza es un contrato, algo muy serio, debe llevarnos a un gran cuidado de percibir con quien y como hacemos alianza.

 

Podemos recordar de Josué con los moradores de Gabaón (Js. 9:3-20).  En la alianza cuando vemos a otros con ropas rotas no debemos impresionarnos como pasó con Josué, pues una vez  que pactamos con alguien no podemos querer abandonar la otra parte. A partir de entonces deberá tener el deseo de mejorarlo, en caso contrario quebramos la alianza. Aunque sea más fácil juzgar mejor y desistir del otro, en la alianza no cabe la desistencia.

 

La alianza que hacemos necesita tener su cede en Dios y en Su Palabra. No debemos tener miedo de la alianza y tampoco pensar que no será cierta. El diablo nos vence cuando mantiene nuestros ojos en el fracaso. Debemos tener nuestros ojos en el corazón de Dios para que Él nos conduzca a las alianzas, para eso necesitamos vaciarnos de la carnalidad, de los sentimientos contrarios y descansar en el Señor.

 

2.      CUANDO VIVIMOS EN EQUIPO

 

Dios quiere entregar las naciones a su pueblo y para que eso suceda quiere enseñarles a vivir en equipo. Esa es la única forma de conquistar las naciones: haciendo alianza como equipo y con el líder. Cuando nos relacionamos como equipo, todo lo que hacemos prospera. De ahí el cuidado de que caminemos con el mismo propósito de corazón.

En Génesis 11:6 el pueblo, en equipo con el mismo pensamiento errado en el corazón, decidieron  construir una torre que llegase al cielo. El Señor vio y confundió su lenguaje.

 

En equipo, el trabajo es más rentable, más productivo y en todo hay prosperidad. Sabiendo de las cualidades del trabajo en equipo, el diablo procura desvirtuar conceptos e intenciones, consumiendo el corazón de los líderes y perjudicando la relación entre los mismos.

 

Cuando Elías salió de la caverna, regresó a Israel para cumplir su papel: entrenar líderes. Todos los que andan en equipo salen del cautiverio. Los que deciden vivir en grupo, viven asolados, entran en tierra estéril, no consiguen convivir con nadie (relación) y son llamados rebeldes.

 

RESCATANDO EL ALMA DE EQUIPO.

 

Un equipo tiene alma. Y la voluntad del Padre es que el equipo tenga una sola alma, que todos estén en unidad y unanimidad. Dios quiere dar al equipo una sola alma para que todos tengan el mismo sentimiento que hubo en Cristo Jesús (Fil 2:5).

 

No podemos dejar que en un equipo cada uno camine de acuerdo a sus propios pensamientos y voluntades, pues el Reino de Dios es hecho con decencia y orden. Es por eso que el equipo necesita caminar con el alma del Mesías. Todos en equipo necesitan tener el mismo sentimiento y entender que el alma del equipo no es nuestra es de Él. Cada uno debe respetar al equipo para conseguir andar en unidad.

 

Si el alma del equipo no es mía sino del Mesías debo cuidarla, pues si yo la irrespeto, no lo hago contra mí, sino contra Cristo. Como parte del equipo, tengo obligaciones de velar por ella, cuidando, respetando y amando cada parte del cuerpo.

 

La palabra Cristo significa “Ungido”, unción. Dentro del equipo cuando tenemos el mismo sentimiento que hubo en Cristo Jesús, tenemos unción para atraer las multitudes y conquistar las generaciones.

 

Como líderes necesitamos entender que en el equipo cada uno tiene su límite, pero todos tenemos el mismo objetivo: alcanzar el alma del Mesías. Dios quiere que todo  nuestro equipo sea sanado, unido, donde todos corran uno hacia el otro para pedir ayuda, ajustándose unos con los otros, y como consecuencia comienzan a producir para traer los resultados: los frutos.

 

En el equipo no podemos tener un alma religiosa, que tiene conciencia de que necesita de un Dios, pero que a veces toma decisiones erradas. El alma religiosa puede hacernos una persona desequilibrada o neurótica. Nuestras estrategias de crecimiento deben ser  saludables y no neuróticas. Cuando ellas son neuróticas, asustan. Hay personas que sólo quieren tener células para alimentar la neurosis y no para conquistar.

 

Usted forma parte de un equipo y no puede salir diciendo lo que piensa si no estuvo en línea con la palabra de Dios. Cuando usted dice que está cansado de la visión, que quiere tomar unas vacaciones en el ministerio de las células, Dios no se alegra de eso, porque Él continúa amando las vidas y cuenta contigo para conquistarlas.

 

Cuando vemos un hermano de célula que aun no llegó a su objetivo no podemos tener un sentimiento de reprobación o de pena, nuestra actitud de equipo debe ser la de hacer todo para entregar juntos los resultados en el mismo tiempo y con la misma calidad. Debemos animarnos unos a otros para que venga ese resultado.

 

Los 12 no son formación de grupos. Son propuesta de un equipo preparado para liderar con excelencia. El líder necesita frecuentemente profundizar su equipo para ver como se están relacionando, enseñar a sus discípulos que solamente caminando en equipo, con los mismos objetivos, es posible alcanzar el blanco.

 

Para trabajar en la visión, es necesario tener corazón de líder. Eso habla de generar otros líderes, influenciándolos a soñar los sueños del corazón de Dios. Como líderes, no debemos ser limitados, ni matar a nuestros hermanos por causa de nuestras obras (1Jn 3:9-22). Cuando tenemos dificultades con nuestros hermanos, no prosperamos y tenemos ceguera espiritual (1 Jn 2:9-11).

 

Lo que todo discípulo espera encontrar en su líder es a un facilitador. Un líder facilitador no es aquel que concuerda con actitudes erradas de sus discípulos, sino aquel que lo orienta a través de los principios bíblicos de manera de ayudarlo en su desafío de liderazgo. El facilitador no es sólo aquel que permite la llegada de las personas hasta él, sino que facilita el camino con él.

 

La corona de la visión celular y el brillo del liderazgo están en tener visión externa, ganar a los perdidos y traerlos a las células. Cuando tenemos esa visión sobreabundamos para la izquierda y para la derecha. Eso es tener visión y misericordia, mirar a los perdidos con los ojos de Jesús. La iglesia de Jesús tiene una misión: generar una sola multitud para entregársela al Padre (Mt 5:1; 15:19-31). Y la visión será la herramienta facilitadora, pues lleva a la unidad. Para ser instrumento de unidad, necesitamos de liberación. Dios no tiene interés de multiplicar un carácter leproso, doliente. Podemos decidir si ser Isaac o Ismael. Isaac vive en familia, en equipo. Ismael vive en grupo, en el desierto, fuera de la tienda.

 

El acontecimiento de la conquista externa y de la multiplicación depende de la organización. Necesitamos responder a la oración de Jesús, necesitamos ser uno para que el mundo crea que Dios envió a Jesús. Crea que es posible conquistar, eso habla de fe. La fe envuelve la acción, por eso toda declaración de fe tiene que ser acompañada de acción sin temores.

 

Nadie conquista una multitud sin ser probado en el corazón. Debemos entender que el carácter de la visión celular no está en sus manuscritos, sino en el carácter visionario. Por eso, para que el carácter de la visión celular sea formado en la vida de los discípulos, el líder jamás debe reunirse sin propósito, sin tener que transmitir a sus discípulos, sino que su reunión debe estar basada en la Palabra de Dios para que anden en comunión, pues comunión genera responsabilidad.

 

El líder no debe caminar movido por los sentimientos, sino por la firmeza de la caminata y del propósito del llamado. Cuando caminamos en equipo, no nos herimos si deseamos lo que no es nuestro, sino del hermano. Ningún hombre consigue cumplir los planes de Dios sólo. Todo gran sueño, las grandes conquistas sólo se cumplen en equipo.

 

Tenga algo claro en su mente: los nobles se alían y conquistan, los mediocres quieren robar lo que otros conquistaron. Lo que hace a un hombre cautivo es la prisión que existe dentro de él y no la prisión que intentan colocarle. Nadie puede prender a un líder conquistador de territorios, un visionario, pues no hay límites para él.

 

Aprenda a hacer todo lo que Dios proyectó para su vida. Él no proyectó para usted una vida asolada, llena de indiferencias y amarguras, infelicidad o estancamiento. La vida que el Señor proyectó es una vida en equipo, para que sus hijos puedan expresar sus sueños y alcanzar las conquistas de su corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO 2

 

EL RESCATE DEL LÍDER

 

El amor consolida una vida, ayuda a organizarla y a rescatarla en el nivel más profundo que existe. Sólo hay rescate del líder si fue basado en amor, pues el amor es la base de todo. En la visión celular, traemos las vidas a Jesús a través del amor que Él derramó en nuestros corazones dando su propia vida en nuestro rescate.

 

Rescatar a un líder habla de un territorio que será conquistado. Eso exige estrategias y claridad en la mente de los que están envueltos en ese proceso, pues algunas dificultades serán enfrentadas. Para rescatar un líder, es necesario saber tratarlo teniendo la conciencia de que todo lo que hablamos va a tener un peso muy grande en su vida. Podemos atraerlo o apartarlo. Todo dependerá de nuestra boca.

 

Lo que más quieren las personas es ser amadas. Cuando alguien cae, anhela que su líder lo busque en amor. Y cuando el líder cae, ¿puede ser rescatado? ¿En que nivel? Para que el líder sea rescatado, él necesita tener el deseo de accionar en fe, decidir que quiere cambiar y reconocer que necesita de un milagro. Necesita decidir salir de lo confortable, de la vivencia de lo natural.

 

Es muy fácil relacionarnos con las personas que amamos. Por eso, para que haya un rescate de éxito, principalmente en aquellos que según nuestro juicio no fueron buenos, es necesario ser líder, ser equipo. Eso habla de amar lo no amable.

 

El hecho de tener que andar una milla más con aquel que falló no quiere decir que estemos siendo condescendientes con el error o con el pecado de la persona. Mas esa caminata es la oportunidad de sanar y tratar a otro.

 

Hay personas que están tan atadas que necesitan de la ayuda de un líder con una unción específica para socorrerla. Sólo un líder de éxito, que tenga frutos, carácter irreprensible, que suple las necesidades de su casa y da buen testimonio, conquista al líder caído.

 

Para establecer esa conquista en los ministerios y discípulos que entraron en el proceso de la visión, pero acabaron heridos, quedando en el medio del camino en varios ámbitos de sus vidas es necesaria una gran comprensión del territorio a ser conquistado y del nivel de batalla.

 

EQUIPO DE LOS 12

 

Los 12 tienen el objetivo de direccionar al equipo y hacerlo funcionar. Y para que el equipo funcione plenamente necesita haber organización. Solamente un equipo organizado conquista territorios. Los 12 no son un ajuste de grupo, sino una formación de un equipo. Es un llamado a la organización, un equipo que trabaja con la perspectiva de conquista. Los 12 son la clave para la multiplicación y al estar organizados conquistan mucho rápidamente.

 

En el equipo, es generada la relación donde uno se preocupa por el otro, procurando saber como está, cuales son sus dificultades, etc. En el equipo, uno reconoce que necesita del otro. El hecho de ver que las personas se preocupan es fundamental para el rescate del líder herido o desistido, pues él percibe que es importante y será motivado a aprender de las estrategias de sus hermanos y de esa forma será edificado.

 

Cuando no existe esa relación, las personas caminan aisladas sin conocer la realidad de las personas a su alrededor, no tienen idea de cómo viven los que están debajo de su liderazgo. La idea de rescatar sucede cuando imprimimos en el carácter del líder una nueva motivación, que vendrá a través de una consolidación eficaz. Es un blanco a ser conquistado a través de motivaciones correctas, palabras de afirmación, porque muchos olvidan o menosprecian el potencial que tienen, porque están con los ojos presos en lo que perdieron.

 

Cuando Dios bendijo al hombre, ministró sobre él la bendición de multiplicación y fructificación. Somos multiplicadores y necesitamos mantenernos en constante crecimiento.

 

Una palabra del líder dicha en forma de juego a veces es tomada en serio por las personas. Por eso el líder debe ser disciplinado, organizado; debe saber hacer las cosas en la hora cierta sin perder la dirección.

 

En la visión celular, algo que permite continuar como grupo y no reciben la mentalidad de equipo es la vergüenza que algunos tienen de mencionar cuantas células tienen. Es claro que no podemos olvidar nuestra responsabilidad delante de los intereses individuales.

 

Por eso una de las cosas que nos perjudican en el proceso de crecimiento puede ser el hecho de no buscar a los que están multiplicándose y saber lo que están haciendo para crecer, cual es la estrategia que están usando. Eso demuestra cuanto necesitamos conquistar.

 

El líder no debe preservar en su corazón un espíritu de competencia, destrucción, orgullo, miedo y/o vergüenza. Todo eso genera barreras que necesitan ser vencidas si queremos ver las células creciendo, multiplicándose y prosperando.

 

En el equipo no podemos acomodarnos. La visión celular es formada por un equipo compuesto por 12 líderes de excelencia, con el carácter de Cristo, en pleno funcionamiento. Necesitamos ser desatados en lo sobrenatural.

 

La visión tiene cuatro pilares: Ganar, consolidar, discipular y enviar. Cada uno dentro del equipo tiene una forma y una estrategia para alcanzar esos pasos. Y la estrategia que uno está usando, a veces, está funcionando mejor que la del otro. ¿Qué hacer entonces? Buscar ayuda del hermano que está alcanzando el éxito en su liderazgo y aprender de sus estrategias para ponerlas en práctica.

 

Cuando el líder tiene un alma orgullosa, por más que no esté creciendo, y que no esté alcanzando sus metas, encuentra dificultades en pedir ayuda al que está multiplicándose, debido a su mentalidad de grupo. Está faltando inteligencia en los líderes para que aprendan a copiar lo que está dando resultado.

 

 

CUAL ES EL PROCESO DE RESCATE QUE NECESITAMOS

 

Debemos hablar menos de nosotros y más de Jesús. Hablar menos de nuestras conquistas personales y más de nuestras conquistas en equipo. Eso significa hacer morir la carne. No podemos mirar sólo las situaciones que nos envuelven, sino mirar también las situaciones que envuelven a nuestros hermanos en Cristo y nuestros discípulos.

 

Para causar un impacto cada vez mayor, debemos trabajar por el blanco correcto que es la iglesia del Señor Jesús. De esa forma todo prospera; la autoestima de quien no está conquistando mejora y el éxito es alcanzado. Es verdad que dentro del equipo no hay solo éxitos, sino también dificultades. Mas lo fundamental es entender que somos un equipo y cuando trabajamos en ese proceso aunque presentemos diferencias, nuestros ojos están en Cristo, no están en nuestras realidades o en situaciones en nuestra contra que son factores motivadores o inhibidores para el crecimiento.

 

Cuando estamos envueltos en el proceso de rescate de un líder, es necesario salirnos del universo de destrucción y relacionarnos no sólo con los 12, trabajando apenas para cumplir los objetivos y metas personales, mas tener relación con las personas. Sobre la iglesia reposa la responsabilidad de ganar las naciones de la tierra para el Señor Jesús y ese trabajo tiene que ser realizado en equipo, no depende apenas del líder mayor.

 

Cada tres meses es importante realizar con los discípulos pactos de santidad, encuentros que sean motivadores a continuar el camino de fe. Ellos necesitan ser alimentados de forma que en sus corazones sea generado el principio de fidelidad.

 

El líder tiene la función de fortalecer su equipo en el Señor para que sus discípulos no sean llevados a pecar, trabajando siempre con las áreas especificas que los discípulos van a exigir sin permitir que eso desordene la relación con el equipo.

 

Muchos discípulos enfrentan situaciones desagradables por no vivir en pacto con su discipulador. Nada puede fragilizar el pacto del equipo, ni aun las diferencias. En hipótesis algunas diferencias pueden ser obstáculos, ellas deben ser una motivación mas para traer entendimiento, pues es así que el equipo se completa.

 

Es maravilloso cuando conseguimos generar en el equipo un nivel de unidad e intimidad que nos permite compartir todo sin reservas o miedo de abrir el corazón. Es difícil dejar la mentalidad de grupo y transformarla en equipo, pero cuando decidimos, alcanzamos la sanidad y el crecimiento tan esperado.

 

Los 12 son un equipo, una familia, nadie puede cambiar eso. Entonces aunque cada uno tenga actividades diferentes, todos trabajan por el mismo objetivo. El grupo es egoísta y orgulloso. El equipo anda en unidad y es solícito. En el equipo, hablamos uno con otro, admitimos las dificultades, pedimos ayuda porque hay convicción de que siempre el extender la mano vendrá. Todos entienden que ayudando están cumpliendo un objetivo que es de todos.

 

En el equipo, uno debe estimular al otro. Todos son motivadores y agentes influenciadores de las conquistas. Cuando buscamos ayuda, no podemos desperdiciar oportunidades. Nosotros como equipo, aun no creemos que podemos ser los conquistadores de esta nación, mas Dios nos ayudará en eso. Las personas no creen que lo que Dios está dándoles es posible. Siempre tendremos blancos diferentes, pero eso no nos imposibilita el ser equipo. No podemos establecer blancos iguales, ya que cada uno tiene su particularidad.

 

Para comprender la visión celular, es necesario un entendimiento abierto, pues la visión es muy dinámica, todo sucede a una velocidad muy grande, a pesar de no ser así con todos. No todas las personas que están en la visión celular capturarán en el espíritu la visión. Eso requiere cambio de mente y de conceptos antiguos internalizados.

 

El equipo es como la familia, aunque todos reciban la misma enseñanza, las respuestas son diferentes. En equipo, cada uno tiene sus peculiaridades, así como cualidades y defectos. Las personas son diferentes, sólo se tornan iguales cuando están en equipo, porque suman sus diferencias y se completan unas a otras para reflejar la imagen de Jesús.

 

El equipo aguanta declarar los dolores, situaciones que están viniendo para destruir las relaciones, es tolerante, mas el grupo no, porque gusta de la destrucción, de alimentar lo que puede perjudicar y hacer mal.

 

Para ser equipo es necesario permitir serlo, sabiendo que el alma no siempre ayudará en ese proceso. El alma es muy linda cuando es sanada. Llega hasta a dar flores. Más para que eso suceda, hay mucha basura que debe ser tirada y sólo Dios puede realizar ese proceso. El Dr. Merval Rosa, uno de los mejores psicólogos de Brasil, acostumbraba decir: “Si la Biblia no puede resolver el problema de su vida, el diván de nada sirve”. Ni la Psicología con su propuesta de armonía del alma puede resolver algo que sólo Dios resuelve, a pesar de ser una ciencia que estudia el comportamiento humano. Sólo Dios tiene un mapa de la vida y de existencia en sus manos.

 

El alma es muy compleja. El hombre es el único ser que acaba con la vida de su semejante inventando motivos, como en el caso de Caín y Abel. ¿Que derecho tenía Caín de acabar con la vida de su hermano? Ninguna teoría explica ese hecho. Sin embargo él lo hizo por tener un alma impregnada de envidia, maldad, odio y competencia.

 

Tenemos muchas cosas por aprender y acrecentar en la vida de otro y una de ellas es dar prioridad a nuestro pueblo, ser apasionados por las almas. Un apasionado no se cansa, aunque tenga sus limitaciones, él hace todo por motivo de su pasión.

 

Satanás, que es astuto, intenta robar de la vida del líder, la pasión por las vidas y las relaciones en equipo, quebrando las relaciones entre hermanos e hiriendo pactos. Es por eso que un líder herido sólo puede ser rescatado por un líder de éxito.

 

No se trabaja en un rescate sin estar preparado. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2 Tim. 2; 4. Para rescatar a alguien es necesario entrenamiento, organización y mucho trabajo. El éxito es alcanzado de acuerdo con el adiestramiento para la guerra.

Para entender mejor sobre liderazgo en equipo y tener soporte para la organización, veamos los ejemplos de Jacob y Moisés.

 

JACOB, EL LIDERAZGO POR EL PATRIARCA (Gn. 33:17)

 

Recibió el nombre de Israel al encontrarse con Dios y pasó a tener una nueva identidad. A partir de allí él entra en Sucot, en cobertura, en tabernáculo. Jacob, ahora llamado Israel, pasa por un proceso de transformación, de rescate del alma, de profunda sanidad. Entendiendo el proceso de esa cobertura que habla de estar ligado a Jerusalén y no a Roma, vemos que él deja su estructura vieja y forma en las bases que Dios había establecido para su Pueblo.

 

Dentro de ese entendimiento, necesitamos saber donde el líder que necesita de rescate, donde está preso y donde necesita empezar; cuáles procesos lo envuelven; debajo de que cobertura está. Debemos llevarlo a entender que necesita romper con las estructuras viejas para recibir cobertura nueva. Solo así empezará en el proceso de la visión celular.

 

Hay muchos ministerios en los cuales los pastores aun están envueltos en la celebración del nacimiento, de la pascua romana, en los estilos de culto tradicionales, etc. Necesitamos volver a la iglesia que nació en Jerusalén.

 

Muchas veces un líder no levanta a sus doce y queda estancado en el proceso porque está esperando que aparezca alguien que nunca decepcione, que nunca cometa errores, que no tenga problemas, en fin, está en busca de un equipo perfecto. Nuestra referencia en todo es Jesús y necesitamos recordar que ese no fue el criterio que el escogió para levantar a sus 12 y formar su equipo.

 

Para que la visión celular alcance el éxito, es necesario que la referencia correcta sea establecida. Cuando estamos presos en las estructuras antiguas somos como vino nuevo en odres viejos. Existen personas que están practicando cosas del pasado, que fueron establecidas para aquella época, y que hasta sirven de referencia, mas no deben ser doctrinas.

 

Llegó el tiempo de recibir otra carta de emancipación. Quien entra en Sucot entra en protección, entra en seguridad, pues toda cobertura trae seguridad. Entrando en Sucot, entramos en una conquista organizada, demarcamos territorios, entramos en la Tierra de la herencia.

 

Cuando entramos en la cobertura de la Visión Celular, ella nos trae prosperidad, liberación, sanidad. Necesitamos hacer valer todo lo que hemos recibido, creer y vivir las sanidades y liberaciones que fueron ministradas sobre nosotros en los encuentros, en los congresos, etc.

 

Llegó la hora en que la Iglesia de Jesús acabe con el espíritu de competencia que lleva a querer ver quien es más influyente, eso sólo genera peleas. No podemos dejar que la carnalidad nos atrape y nos impida alcanzar lo que nos fue otorgado por Dios.

 

Cuantos líderes han sido inconvenientes porque están perdidos en la voluntad que la carne tiene de buscar lo que es humano.

 

En la Visión lo que va a respaldar el éxito son las células generadas a través del equipo. Sólo recibe honra quien tiene frutos. Por eso muchos son los que quieren iluminar y desean ser estrellas. El líder tiene que ser cauteloso, él no debe tener jamás una motivación errada en su corazón.

 

El corazón es engañoso (Jr. 17:9) y puede atraparlo en el proceso de crecimiento, haciendo que el líder olvide donde comienza el secreto del éxito. El secreto del éxito no comienza en el pulpito, sino en el lugar secreto, en la intimidad con Dios, en el cuarto de la oración (Mt. 6:6).

 

Cuando el líder no ora él se torna una persona carnal. Lo que santifica al líder es la oración, la Palabra en una vida de intimidad con Dios. El devocional necesita ser diario en la vida del cristiano. El discípulo se da a conocer si es fiel o no, si tiene una vida de comunión con el Padre.

 

Israel fue el patriarca de las 12 tribus y nos enseña como administrar un equipo a través de la bendición e instrucción liberadas, mostrando como las tribus fueron organizadas. Él, como patriarca, condujo al pueblo a Sucot, a cobertura. Y dentro de Sucot, de la cobertura, vemos que hay ministración de bendición (Gn. 49).

 

Nosotros fuimos llamados en esa cobertura para ministrar bendición a nuestros discípulos, dar palabras de ánimo, ayudarlos a levantarse en cualquier proceso en el cual hayan caído o fallado. En Sucot tenemos:

 

MINISTRACIÓN DE COBERTURA

 

ENTRAR EN Sucot significa estar en cobertura, estar protegido, estar debajo de. En la cobertura, está la bendición del Señor. No hay dificultades en rescatar un líder cuando hay cobertura sobre él, cuando tiene alguien que está dispuesto a enfrentar todas las adversidades para verlo rescatado.

 

MINISTRACION DE CORRECCION EN AMOR

 

Corrección no es castigarlo. Corregir es instruir el camino cierto, concertar y advertir. Debemos tener cuidado para que nuestras correcciones no sean muy duras y sin amor.

 

Un discípulo, cuando es consolado, se torna productivo porque recibió sanidad en su alma. El error de las personas no puede ser una ofensa para nosotros, pues también erramos. Los errores son para ser corregidos.

 

Cuando ministramos corrección en amor, hay arreglo. Un rescatador no puede olvidar jamás que su lucha no es contra sangre ni carne.

 

MINISTRACION DE ORIENTACION

 

Todos necesitamos de un líder que nos muestre el camino correcto, que nos enseñe a caminar con Jesús para ser bendecidos. Debajo de la orientación, los milagros acontecen. Jesús no quiere que ni las sobras queden por fuera.

 

Al realizar el milagro de los panes y peces, hubo una gran multiplicación, pero nada se perdió, porque los discípulos recogieron las sobras.

 

Hay discípulos que usted puede ver como sobras, mas ellos serán levantados entre los 12 o los 144 y serán extremadamente útiles. Los 12 no son descartables, aun en medio de las dificultades, todo lo que necesitan es de una orientación en los principios de la Palabra de Dios.

 

MOISES, EL LIDERAZGO POR EL LIBERTADOR

 

Moisés es el modelo de libertador, de un gran rescatador a dispensa de todas las circunstancias. El sacó el pueblo de Egipto, de las garras de la esclavitud y encaminó al pueblo al blanco: la tierra prometida.

 

El proceso de rescate no envuelve solamente la liberación, es necesario también conducir al pueblo al lugar correcto. Es  la función del líder rescatador. Él necesita guiar al pueblo al lugar de intimidad con Dios.

 

Los 12 necesitan ser transicionados en el proceso de Salir de Egipto y entrar a Canaán. Moisés tenía una línea muy fuerte en su liderazgo: intimidad con Dios y por eso operaba señales y maravillas.

 

No basta ser un líder fuerte y poderoso, es necesario tener intimidad con Dios y operar señales, prodigios y maravillas. Todo libertador necesita sacar a las personas de la ceguera. Moisés generó un gobierno en el desierto con un objetivo específico: formar carácter. En el desierto, revelamos quienes somos.

 

Los 12 espías de Moisés representaban la fidelidad del líder; ellos fueron convocados para eso. Cuando convocamos los 12, ellos son nuestros brazos que alcanzarán las células, ellos representaran nuestra fidelidad.

 

Los espías eran los aliados de Moisés así como nuestros 12 son nuestros aliados, y por eso debían guardar las costas del líder, del discipulador.

 

En un proceso de rescate es fundamental no contaminarse con los relatos contrarios, no colocar los ojos  en los problemas, no creer en los infieles.

 

Cuando los espías fueron a ver la tierra prometida apenas dos de ellos, Josué y Caleb, confirmaron el relato que Dios había dicho a Moisés.

 

Un equipo no puede tener dos relatos, dos objetivos, dos visiones. El equipo debe traer protección a su líder así como el líder debe protegerlo independiente de sus afinidades. Jacob prefería a José y a Benjamín. Jesús tenía más afinidad con Pedro, Santiago y Juan. Pablo con Juan Marco y Timoteo. Moisés con Josué y Caleb.

 

Más eso no significa que Dios tiene hijos preferidos, sino que hay hijos que son más allegados a Él, que lo buscan más y consecuentemente recogen más bendición.

Así acontece con nuestros discípulos, están aquellos que siempre desean más de nuestra compañía, ellos tienen placer de estar con su líder. Y están los discípulos que no tienen la misma conducta quedan enfermos, hallándose menos protegidos.

 

COMO PROTEGEMOS A NUESTRO LIDER

 

Entendiendo que el equipo es el ojo, el oído, la mano de su líder. El debe representar la reproducción, la garra y el trabajo. Es también, el corazón del líder. Si el equipo está mal, el líder tiene problemas cardíacos. El equipo es la boca del líder, es responsable de los relatos fieles y por tener un discurso de autoridad con conocimiento.

 

Es necesario, entonces, cuidar el lenguaje. El equipo representa el gobierno, la autoridad sobre un grupo. El gobierno es responsable de toda semilla plantada y de administrar los resultados.

 

El líder debe saber oír a sus 12, conocer sus dificultades, interesarse en cada una de ellas y cubrirlos como autoridad instituida por Dios.

 

Sin embargo, el líder debe tener un cuidado muy especial para no alimentar su propia alma con las debilidades de sus discípulos, al punto de pasar a tener el mismo lenguaje que ellos tienen o aún peor acabar alimentando el gobierno en el pasado.

 

Todas las veces que el discípulo trae un problema o una situación a su líder es importante que después de oírlo, el líder reprenda al demonio que estaba rigiendo la situación, para que su alma no quede atada al problema, pues el alma es alimentada por las debilidades que oye.

 

En el desierto, aprendemos a administrar. El líder de una gran ciudad tiene los recursos a su disposición, más lo mismo no ocurre en el desierto. Por eso, es necesario que el líder sea administrador para levantar un equipo y establecer la conquista.

 

CUAL ES LA IMPORTANCIA DEL EQUIPO

 

Actualmente, formar parte de la Visión Celular es un privilegio. El líder libertador, que sabe administrar, que sabe aprendió a trabajar en equipo, entendiendo que no se conquista nada sólido y sabe que la importancia de cada uno alcanza el éxito. El equipo genera líderes conscientes de que detrás hay siempre un equipo en funcionamiento.

 

Los 12 están descritos como príncipes en el libro de los Números, del capitulo 1 al 6. Eran hombres nobles, poderosos, guías de multitudes, hombres sobresalientes en las tribus (Nm. 13: 1-16). Eran agentes de influencia  a través de sus órdenes y actitudes.

 

Solamente hará historia un equipo que se mantenga fiel y que salga de la ruta del aislamiento, como aconteció con Josué y Caleb, la generación conquistadora. Como equipo podemos ser iguales a esos dos conquistadores que hicieron la historia.

 

Necesitamos hacer  historia como aquellos que son regencias y que son comprometidos. Los otros diez espías del equipo de Moisés que trajeron un reporte errado, fueron olvidados, y aun cuando son nombrados se hace de forma irrelevante.

 

Formamos parte de una generación que tiene la unción de conquista para establecer el rescate de la nación y alcanzar a los que fueron y hoy no son, los que nunca fueron, más serán. De esa forma traeremos una multitud a la casa del Gran Rey.

 

Si somos fieles a la Visión que hemos recibido, esa fidelidad forjará en nosotros el carácter de verdaderos guerreros y rescatistas. Donde hay fidelidad, hay conquistas, siempre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO 3

 

LA RESTAURACIÓN DE LOS SUEÑOS

 

 

Los sueños son el lenguaje del Espíritu y alimentan la vida del líder. Quien tiene esperanza sueña, quien no sueña no tiene nada. Dios quiere resucitar sueños que están adormecidos. Lo sueños son de acuerdo a la visión, los blancos y objetivos de cada uno, es decir, hacia donde tu apuntes, llegarás. Si apuntas lejos, llegaras lejos; si apuntas cerca, llegarás cerca; si no apuntas, no llegas a ningún lugar, quedas paralizado.

 

Dios quiere cambiar la historia de la iglesia a través de los sueños. Los sueños de Dios son profundos y quien entra en sus sueños se sumerge en las profundidades de la eternidad. No hay límites para soñar, por eso no limites los sueños de Dios.

 

Un día el Señor dijo a Abraham: sube a la montaña y mira desde la tierra de Dan hasta la tierra de Beerseba. Dios le dio una promesa Abraham, una conquista que está en Gálatas 3: 13-15 “Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose maldición por nosotros; porque está escrito: maldito todo aquel que es colgado de un madero; para que la bendición de Abraham llegase a los gentiles por Jesucristo, y para que por la fe recibiremos la promesa del Espíritu. Hermanos como hombre hablo; si la alianza es de un hombre es confirmada, nadie la anula ni la acrescente”.

 

Esa misma herencia es nuestra. Cuando nos revelamos, perdemos el derecho del pacto pero si nos mantenemos fieles al pacto, ella se mantiene firme.

 

DAN, LA TRIBU QUE HIZO SU PROPIO CAMINO

 

Hubo una tribu en Israel llamada Dan (Jos. 18:14-30; 1 Sam. 24:2; 1 Re. 18:30), que decidió desviarse volviéndose idolatra y atrayendo para sí maldición, pues caminaban detrás de otros dioses. Entre ellos fueron hallados ciegos, sordos y mudos. La idolatría causa sordera, ceguera y hace callar la voz profética.

 

Dan tenía como símbolo una serpiente y se transformó en aldea por causa de su rebeldía. Cada uno vivía en su propio aislamiento. La Biblia dice que habían promesas para Dan hasta Beerseba, y que era una tribu que tenia habilidades para navegar, lo que le haría hacer llegar a lugares inimaginables.

 

Vemos que Dan tenía todo para ser una tribu bendecida, pero escogió seguir su propio camino. Cuando un líder se revela entra en un camino de maldición.

 

Muchos discípulos están viviendo mal por decisión, por estar cautivos en su libre albedrío, permitiendo que cosas pequeñas los desvíen de los  propósitos de Dios. Tenemos poder en Jesús  para vetar toda herencia de Dan en nuestras vidas, rechazando la rebeldía, el mal y todo lo que no agrada  el corazón de Dios.

 

Los discípulos necesitan oír siempre la verdad de su líder, el líder no puede verlos en rebeldía, y  concordar con ellos por miedo a herirlos. Muchas veces ellos son como niños que al ser orientados no quieren obedecer. Para restaurar los sueños es necesario:

 

1.- REMOVER TODA LA CEGUERA

 

Satanás es experto en colocar vendas en los ojos de los líderes, a fin de cegarlos, haciendo con esto que caiga en su trampa. Eso se mira claro en la Visión cuando algunos intentan tradicionalizarla. Si el equipo no está vigilando, el diablo usa demonios específicos sólo para causar contiendas sino también para causar desunión entre los hermanos.

 

Dios está colocando bases para construir lo que es nuevo. Los sueños sólo serán realizados cuando haya cambio de mente. El mundo corre a una gran velocidad, y la iglesia no puede tener un discurso atrasado, humanista.

 

La iglesia debe mantenerse viva y operativa donde está plantada, para que todos sepan que allí hay una expresión de vida. ¿Cómo Dios derramará de su unción en alguien que no quiere cambiar?

 

2.- TRANSFORMAR LA MENTE

 

Cuando la mente se renueva por la palabra, Dios entra en lo más profundo de las emociones y coloca bases correctas. Las dificultades son vencidas, los sueños se tornan posibles y no hay nada demasiado grande (Gen 18: 14).

 

Usted se transforma en océano y los ríos corren en su dirección. Para el océano, no importa la cantidad de agua que entre porque el no cambia.

 

Hay un fenómeno llamado Pororoca, que significa explosión, estruendo. En el momento en que el agua dulce se encuentra con la salada, se hace una mezcla y el agua dulce se transforma en salada, porque adquiere el sabor del mayor, del más fuerte.

 

Estamos aquí para adquirir el sabor del Mayor: Jesús. Somos pequeños corderos corriendo en dirección a Dios y Él quiere que seamos una referencia, como un océano, para que los ríos corran hacia nosotros.

 

¿Qué es eso? Señal de prosperidad. Más, sólo quien tiene una mente transicionada ve eso. O arrancamos las tradiciones de nuestro corazón para recibir lo nuevo de Dios, o vamos a andar  con los vestidos remendados el resto de la vida. Y Jesús critica los vestidos remendados.

 

3.      ANDAR EN ORIGINALIDAD DE VIDA

 

¿Cuál es el rescate de un sueño? Es  vivir la originalidad de vida prometida en la palabra a cada instante. Jesús no murió para que vivamos humillados, sino para que realizáramos los sueños de su corazón.

 

No debemos estar satisfechos con lo que ya hemos alcanzado, pues aún es poco delante de lo mucho que Dios quiere entregarnos. El Señor está en busca de hombres que abran el corazón para realizar Sus proyectos en la tierra.

 

Un líder visionario y soñador no debe estar encerrado en sí mismo. Necesita permitir que Dios abra los candados cerrados, las cadenas en las que se encuentra atado y los grilletes que están cautivándolo, para que sea totalmente libre. Esas ataduras impiden el proceso de Dios.

 

¡Cuántos líderes viven con la mente atada y el espíritu preso en cosas tan pequeñas! Son como niños peleando por bobadas.

 

Algunos quieren acabar con el matrimonio, tratando mal a la esposa, a los hijos, evaluando de cualquier modo su casa, juzgando a las personas, todo porque continúan con sus estructuras viejas, llenos de dolencias y enfermedades en el alma.

 

Esas tres características necesitan formar parte de la vida de un soñador para que todos los territorios, por más lejanos que sean, puedan ser alcanzados. Nunca piense que el territorio conquistado es suficiente y que usted ya realizó todo lo que Dios tenía para su ministerio.

 

Ganar la ciudad en la cual usted vive no significa que todo ya está hecho. Eso es pequeño para quien se sumerge en los sueños de Dios. Es necesario abrirse para entender lo que es soñar los sueños de Dios. El soñador es una amenaza para sí y para el diablo.

 

Remueva toda la ceguera, transforme su mente en la palabra diariamente y además experimente andar en la originalidad de la vida siempre conquistando más y más, realizando la voluntad del  Padre que es buena, agradable y perfecta (Ro. 12:1-2).

 

INCREDULIDAD, LA MAYOR ENEMIGA DE LOS SUEÑOS

 

Algunas veces delante de los sueños surgen las imposibilidades. El espíritu de incredulidad se aloja en la mente para causar impedimento en los sueños.

 

El soñador no conquista lo que le fue propuesto, por estar preso en las dificultades que normalmente son levantadas por él mismo. El hombre es el mayor obstáculo de los sueños que Dios coloca en su corazón cuando presta oídos a la incredulidad.

 

Cuando un sueño es publicado en el mundo físico, la venganza del enemigo se despierta en el mundo espiritual. Todo soñador se transforma en una amenaza para el infierno.  

 

En la vida de un hombre sólo hay dos opciones: o él se abre a soñar, o será un eterno frustrado por haber tenido en las manos todas las posibilidades de ser un vencedor y no haberlo conseguido.

 

Dios quiere que sus hijos sean vistos sin cerrojos ni cadenas y entonces se cumplirá la profecía que dice: “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos” (Is. 45: 2).

 

DOS SOÑADORES EXCELENTES

 

La Biblia habla de José y Daniel, dos hombres nobles, que poseían dentro de tantas cualidades el don de interpretar sueños.

 

Ellos siempre andaban en sintonía con el lenguaje del Espíritu y por eso interpretaban hasta los mismos sueños del rey. Eran íntegros y fieles y ambos fueron puestos en lugares de excelencia.

 

José, el publicador de sueños

 

José hablaba sobre sus sueños con su padre y sus hermanos (Gen. 37). Al compartirlos, sus hermanos sintieron celos y envidia, y eso casi lo llevó a la muerte. José no resistía guardar los sueños de Dios sólo para sí y por eso hizo a sus familiares participes con él.

 

Los sueños que tenemos en el corazón necesitan ser compartidos, pero no con cualquier persona. Cuando Satanás ve a un soñador, el intenta matarlo, lanzarlo en pozos o en cuevas de leones como lo hizo con José y Daniel.

 

Pero esos hombres fueron soñadores de éxito por que creían que al compartir sus sueños aunque algunos se levantasen contra ellos, no prevalecerían. José restauró a su familia en una nación. Eso es lo que hace un soñador.

 

Un sueño puede ser escarnecido, arrojado en el pozo, tirado en la cárcel, enviado a otra frontera; un sueño puede llevar al líder a una nación desconocida, colocándolo en una casa que no es suya, donde querrá que él se venda, se entregue o se negocie.

 

Pero, todo soñador necesita mantenerse fiel, pues ningún obstáculo va a impedirle alcanzar lo que Dios colocó en su corazón.

 

En la cárcel, José consiguió interpretar los sueños del panadero y del copero. Eso lo hizo famoso al punto de llegar a los oídos del Faraón. Entonces un sueño le pudo hacer perder una túnica por causa de la envidia, mas le dará vestidos reales.

 

Faraón y Nabucodonosor no sabían interpretar sus sueños, porque no tenían el Espíritu de Dios. Ellos necesitaban de José y Daniel. Es el hombre de Dios quien va a decir a los grandes y a los nobles lo que está aconteciendo.

 

José estaba conviviendo con personas que estaban presas, mas él se mantenía libre.  El entendía que la mayor prisión no es la externa, sino la interna. Él era un hombre internamente libre de la malevolencia de las circunstancias.

 

Un hombre que sueña no estará preso aunque esté en aparentes cárceles. No es el límite geográfico lo que hace a un hombre prisionero o libre es lo que él tiene dentro de su alma.

 

 

Formamos parte de una generación soñadora. Los sueños que Dios nos está dando son para colaborar con el mover del Espíritu (Jl. 2: 23; 21-29). El mover vendrá sólo cuando la iglesia abra su entendimiento, a Su Visión.

 

Cuando los sueños son restaurados entonces ninguno quedará fuera: los ancianos soñaran, los jóvenes tendrán visiones, las mujeres profetizarán. Tenemos la confirmación de esta profecía de Joel en el libro de Hechos capitulo 2. Dios decidió entregar una visión a la tierra.

 

¿Cuántas estrellas hay en el cielo? Es imposible contar. ¿Cuántos granos de arena existen en la tierra? ¿Para qué tantos peces? Los sueños de Dios no son pequeños.

 

Dios es soñador y como sus hijos tenemos la misma esencia. Un soñador nunca muere, la historia pasa, pero él sigue registrado. Jesús fue un contador de historias. El tuvo 12 discípulos (Mt. 10), pero apenas algunos fueron historia y hasta hoy causan impacto cuando los recordamos. Tenemos que ser hacedores de historia para que alguien lea nuestra historia.

 

¿Sabe usted la importancia de contar una historia? Es perpetuar vidas. Dios quiere que aprendamos a perpetuar los sueños que Él nos dio. No somos eternos físicamente, por eso necesitamos ampliar nuestra visión a través de la historia.

 

El apóstol Pablo fue un hombre que probó que un ambiente geográfico no amarra a un soñador, a un visionario. Cuando Pablo estaba preso escribió un sin número de libros que hoy acompañan al Nuevo Testamento. Cuanto más el enemigo nos tienta para cautivarnos, mayor es la oportunidad que Dios nos dará para que hagamos más para Él.

 

Aprenda a hacer lo que Dios siempre soñó para su vida. No sea más ni menos. El hará de usted un conquistador sin límites.

 

Cuando Dios rescata los sueños del líder no es para que el piense en el tiempo que perdió y alimente un sentimiento de culpa.

 

Dios rescata los sueños para recordar que las conquistas aún no terminan y que no podemos estar interesados en realizar nuestros negocios o quehaceres.

 

Dios está diciendo que llegó la hora de conquistar ilimitadamente, porque Él quiere soñar a través de nosotros y hacernos un José, que interpreta los sueños del rey y en el lugar donde todos son esclavos, tener el privilegio de vivir como príncipes.

CAPITULO 4

 

EL ALIMENTO DEL ALMA

 

 

En los últimos tiempos, hemos oído hablar mucho del alma, sanidad interior, como en ninguna otra época. Dios tiene prisa en sanar a su iglesia, enseñándola a alimentarse de forma correcta en todos los niveles para que aprenda a andar por los principios de la Palabra.

 

Necesitamos ajustar nuestra alma, entender que el alma habla de humanidad, de relacionamiento con los otros. En esta área, somos heridos a través de situaciones que muchas veces nos dejan con el alma adolorida.

 

Nuestra alma recibe muchos conceptos errados durante largo tiempo. ¿Usted sabía que tenemos mucha gordura en el alma que nos impide crecer? Y, muchas veces, esa alma engordada es reflejada en lo físico. Detrás de cada alimento que doy a mi alma hay una herencia espiritual.

 

Por tanto, el éxito o fracaso siempre dependerá del alimento recibido.

 

Hágase algunas preguntas: ¿Qué tipo de alimento he dado a mi alma? ¿Qué pienso sobre mí mismo? ¿Cuánto vale mi alma? 

 

RESCATANDO EL ALIMENTO DEL ALMA

 

¿Sabía usted que el alma come? Ella tiene ansias y deseos de comer. Ella tiene estomago y le gusta ser alimentada de lo que quiere y no de lo que necesita. ¿Qué come el alma? Todo lo que le damos. Ella es gulosa y vive hambrienta. Cada uno debe vigilar los alimentos que el alma está comiendo, porque hay muchas formas de alimentarla pero no todas son correctas.

 

Cuando el alma es alimentada erróneamente, no conseguimos vencer determinadas áreas en nuestra vida. Existen muchas cosas vivas dentro de nosotros que necesitan morir, para que lo nuevo de Dios sea establecido.

 

El alimento del alma pude ser:

 

·        Carnal (obscenidades, inmoralidades, disensiones, etc.)

·        Intelectual (libros, programas, música, filosofías, etc.)

·        Afectivo o emocional (rechazo, cariño, elogio)

·        Psíquico (depresión, crisis, desánimo)

·        Espiritual (misticismo, idolatría)

 

Necesitamos exponer urgentemente nuestra alma al proceso de conversión por la Palabra de Dios, sólo así, conseguiremos alimentarla de forma correcta. El apóstol Pablo en Romanos 12:1-2 hace un llamado a los cristianos: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Él reconoce que cuando llegamos al reino trayendo muchos conceptos y valores errados, hay necesidad de renovar el alma (mente) en la Palabra de Dios.

 

La Palabra de Dios es el primer proceso para la restauración del alma. Todos los días necesitamos alimentarnos a través de la meditación en la Palabra de Dios, así andaremos en cambio de vida y seremos fortalecidos. Es una agradable verdad que aprendemos eso en seguida que comenzamos nuestra caminata con Cristo, pero muchas veces en nuestro recorrido nos desviamos de la ruta cierta y caemos en el error de alimentar nuestra alma de forma errada.

 

Nuestra alma nunca quiere perder, sólo ganar, por eso siempre manipula a las personas y las situaciones para satisfacerla. Veamos algunos personajes bíblicos que alimentaron el alma de forma errada y cosecharon tragedias:

 

1.      ABRAM (Gn. 16:2-4)

 

Abram fue a Egipto algunas veces sin necesidad. A él le gustaba tener su alma alimentada en aquel lugar. No fue difícil para Abram aceptar la propuesta de Sarai: cambiar el “odre viejo” por “odre nuevo”. De esa forma el se unió a Agar. ¿Quién era Agar? Era la esclava que Abram recibió del Faraón para compensar la noche en que durmió con su mujer Sarai. Abram sabia que ir a Egipto traía recompensas.

 

Los Padres de Abram eran idolatras y después de 10 años en la Tierra de Canaán, él aún tenía en su alma las costumbres de su pueblo, por eso le gustaba alimentarse en Egipto. No podemos dejar que el pasado alimente nuestra alma. Abram no tuvo un nieto embustero por incidente. Antes de encontrarse con Dios y tener su nombre transformado por Israel, Jacob acumuló diversas situaciones de malos resultados. Nada acontece por incidente, o es por providencia o por consecuencia.

 

2.      DAVID (2 Sam. 11:1-5)

 

La Biblia dice que los ojos son la lámpara del cuerpo. Por tanto, si los ojos fueran buenos, todo el cuerpo será iluminado, pero si fueran malos, el cuerpo estará en tinieblas (Mt. 6:22-23).

 

¿Qué hizo David? Dejó que sus ojos se posaran en tinieblas. El literalmente abrió una ventana en su alma y acabó perdiendo su familia. En un tiempo en que como rey debía estar en la guerra, se quedó en su palacio y envió a Joab, sus siervos y el pueblo de Israel para el campo de batalla, y se quedó observando a Betsabe.

 

David adulteró con Betsabe y alimentó tanto su alma que llegó a hacer atrocidades por causa de ese acto ilícito. Esto trajo consecuencias terribles para toda la familia. El alma de David quedó dolida y sus hijos fueron peores que él.

 

AMNÓN (2 Sam. 13:1-19)

 

Él se enamoró de su hermana Tamar, la violó, y después la abandonó, provocando la furia de su hermano Absalón.

 

ABSALÓN (2 Sam.13:28; 16:20-23)

 

Mató a su hermano Amnón, por el incesto cometido con Tamar y tuvo relaciones con las concubinas de su Padre, a vista de todo Israel, es decir, él hizo a la luz lo que su Padre hizo en la recamara, escondido con Betsabe.

 

SALOMÓN (1 Re. 11:9-11)

 

Hombre dotado de sabiduría, que heredó el reino de su Padre. Tenía un reinado prometedor, pero erró su camino al envolverse con mujeres idolatras. Terminó sus días casándose con muchas mujeres extranjeras y colocando aquello que su Padre más temía dentro de Israel: dioses extraños.

 

A través de esos personajes, aprendemos que somos sanados o viviremos al margen de la raya el resto de la vida.

 

¿QUÉ TIPO DE ALIMENTO USTED ESTÁ DANDO AL EQUIPO DEL CUAL FORMA PARTE Y CUIDA?

 

Necesitamos vigilar para no permitir que los pequeños errores nos lleven a los grandes. Tenemos que vigilar los caminos por los cuales está andando nuestra alma. Nuestra alma es suficientemente inteligente para hacer lazos que nos apresen para el resto de la vida. Por eso nuestra área débil debe ser convertida.

 

Un ejemplo muy claro de esto es cuando la persona se envuelve en adulterio. Por más que intente abandonar la situación, la pasión, muchas veces no lo consigue, porque un espíritu de compasión le envuelve en relación al otro, para generar destrucción familiar. La voluntad de Dios es dejar el adulterio y el pecado, pero si no es ayudado por alguien que ya haya vencido esa área, es difícil superar la crisis.

 

Existe el comportamiento normal y el comportamiento anormal y existe una gran diferencia entre ellos. Desear a una mujer es normal, pero desear la mujer de otro es anormal. Desear a un hombre es normal pero desear el hombre de otra es anormal. Algunas cosas parecen simples para la óptica de los mundanos, pero no debe ser así con nosotros, pues nosotros tenemos la mente de Cristo. Nuestra posición debe ser diferente.

 

Un alma enferma hiere a todos los que están a su alrededor y entiende las cosas siempre del modo que quieren. A veces las cosas anormales están más próximas a nosotros que las normales y por eso el estratega de las caídas: el diablo, procura nuestra derrota. Si el alma no fue sanada será visitada.

 

¿Qué hacer? Vigilar y pedir a Dios que convierta el área que está débil, pues sino quedaremos el resto de la vida en el proceso de liberación y sanidad interior. No deje a nadie colocar marcas en su vida. Usted tiene el temperamento del Mesías. Al  mundo le gusta marcarnos y lo que es peor es que lo aceptamos, por eso Dios quiere cambiar tu historia.

 

La transformación del alma sólo viene cuando Jesús se atraviesa en nuestra historia. Una persona que aún no se ha encontrado con Jesús, empeora cada día. Por eso, si alguien tuvo una experiencia con Dios, nunca decidirá lo mismo al día siguiente. ¡Es imposible!

 

Todos necesitamos ser marcados en el alma por Él, pues sólo así seremos mayores que cualquier sentimiento que venga contra nosotros y tendremos fuerzas para vencer todos los obstáculos.

 

UN ALMA CURADA SE EXPRESA

 

Cuando no sabemos encaminar nuestra alma al lugar de sanidad, ella nos da órdenes. Y no importa cuanto tiempo pase, un día ella nos hará alimentarla de forma errada, pues siempre deseará ir al lugar donde las tendencias que no fueron sanadas aún están vivas dentro de nosotros.

 

Necesítanos tener mucho cuidado, pues el alma siempre hará caminos facilitadores para encontrar  un contacto para alimentarla. Eso nos alerta sobre el cuidado que debemos tener con el lugar donde colocamos nuestros ojos.

 

En la trayectoria de la vida las personas pueden cambiar de dos formas: para peor o mejor. Nadie permanece igual toda la vida. O empeoramos o mejoramos. Una persona que usted encuentra y que parece siempre la misma es mentira. Está cada día peor.

 

Nosotros que ya pasamos por el proceso del nuevo nacimiento necesitamos tener la convicción de saber que somos mayores que lo que pensamos y que nuestra alma no mandará más en nosotros, porque estará subyugada al Espíritu de Dios por la experiencia que tenemos con Jesús.

 

Un alma curada se expresa, denuncia lo que siente. Está respaldada en la Palabra que dice: donde está el Espíritu de Dios hay libertad (2 Cor. 3:17). Y cada día será como la luz de la aurora, va brillando más y más hasta el día perfecto (Pr. 4:8). Quien tiene un alma libre, brilla a tal punto que Satanás procura una oscuridad en él y no lo logra porque su alma está curada.

 

Nuestra alma no puede ser como la noche, que cuanto más oscura más estrellas vemos. En este caso, las estrellas son como punta de contacto con el enemigo. Cuanto más tinieblas hay en el alma, mas punto de contacto aparece. Por eso, el sol de justicia va a iluminar en su vida y en los puntos de contacto tendrán que desaparecer. La Palabra de Dios dice que la luz que no brilla, brillará como el sol, en el día que fueran sanadas (Is. 30:26). Satanás no encontrará más punto de contacto en nosotros.

 

Ser sanado es una decisión y nosotros no nacemos para quedar paralizados. Cuando seamos sanados se acabarán los argumentos, seremos padres de multitudes. Es eso lo que la Palabra nos afirma en Isaías 60:22.

 

Dios dice que hay esperanza para nosotros, pues Él tiene luz más que suficiente para reinar sobre las tinieblas de nuestra alma. Llegó la hora de cambiar el discurso y la práctica. No podemos permitirnos ser los mismos, necesitamos ser mejores cada día, decidiendo ser nuevos cada mañana, regocijándonos y alegrándonos en el día en que el Señor hará (Sal 118:24).

 

En lo cotidiano, usted expresará las transformaciones ocurridas en su vida. Las personas percibirán la diferencia: su conyugue descubrirá que usted es una nueva persona; sus padres encontrarán en usted un nuevo hijo; sus hijos tendrán nuevos padres. Y todos sabrán quien es usted en Dios y el potencial que usted tiene. Usted no es mediocre. Es una bendición tremenda. Así será en su vida y subirá de peldaño en peldaño y de gloria en gloria, hasta llegar a la estatura de Cristo, de varón perfecto (Ef. 4:13).

 

Su vida va a brillar más y más hasta ser día perfecto, el día perfecto habla de sanidad. El día perfecto de Dios está llegando para usted. Dios está curando las llagas, las heridas, limpiando las lepras. Si usted quisiera, puede ser la persona más feliz de la tierra. ¡Llegó la hora de tomar la decisión correcta!

 

En el día en que Dios hizo al hombre, Él sopló en su nariz, le hizo alma viviente y le dio de su Espíritu. Nuestra alma y nuestro espíritu son resultado del soplo de Dios. Si la Biblia dice que usted puede, entonces usted puede, aunque el diablo diga que no. Si la Biblia dice que usted no puede, entonces no puede. Aquel que no es sanado vive en eterna competencia entre el soplo de Dios y el soplo de diablo. Todo lo que usted necesita es desintoxicarse del soplo del diablo. Cambie su alma sino nada será conquistado.

 

Dios sopló en nuestra nariz y Satanás quiere soplar en nuestro oído, como hizo con Eva, porque la nariz representa la vida y el oído representa la fe. Cuando Satanás sopla nuestro oído, contamina nuestra fe.

 

En el libro de Hechos, capitulo 5, Ananías y Safira recibieron el consejo del diablo y por causa de eso murieron. La oveja muere cuando sigue otra voz que no es la de su pastor. Un equipo muere cuando oye otra voz que no es la de su líder. Cada vez que oímos otra voz, dividimos la comunión.

 

No preste oído a voces extrañas, porque nuestra alma se contamina fácilmente cuando nos asociamos con personas que están en otros niveles o que poseen principios diferentes. ¡Cuidado con las asociaciones de su alma! El Señor escudriña el corazón, pero el diablo escudriña el alma.

 

Hágase una vez más esta pregunta: ¿Qué tipo de alimento tengo que darle a mi alma? Si usted quiere prosperar necesita descubrir con que su alma se esta alimentando.

 

Jesús sanó a muchos pero no sanó a todos, Él sólo sanó a los que fueron hasta Él y hasta hoy no es diferente. Por tanto, láncese en los brazos del Padre y Él sanará los dolores de su alma y la renovará, pues está escrito: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Jn. 6:37).

 

En estos últimos días Dios tiene preparada para su iglesia la oportunidad de tomar una nueva dirección. Pare de alimentar el alma con las cosas viejas, renuévese en el Señor y fortalézcase en la fuerza de Su poder. Dios quiere remover todo desequilibrio, todas las neurosis, todo lo que tiene atrapado el crecimiento espiritual impidiendo la fructificación.

 

Decida dejar el alma vieja, rompa con las estructuras del pasado. Permítase conocer el alma limpia, nueva. Rechace envejecer doliente, con un alma enferma. Aliméntese de lo mejor de Dios para su vida y viva los mejores días en esta tierra descansando en el Señor y gozando de todo lo que Él preparó para usted.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO 5

 

LA OBEDIENCIA A UN LLAMADO

 

 

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;  y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Fl.2:5-11).

 

Jesús es nuestro mayor ejemplo de obediencia. La obediencia fue una de las mayores marcas del ministerio del Mesías y la razón de su éxito. En todo Jesús fue obediente al Padre. El seguía la llamada recibida, escuchaba siempre con atención las órdenes de Dios a través de cada momento de intimidad.

 

Y lo fundamental: Jesús cumplió su misión. Durante todo el tiempo que estuvo en la tierra ejecutó y desempeño con mucho respeto la obediencia a la ley de Dios y a la los hombres.

 

Como líderes, en muchas situaciones, encontramos dificultades para obedecer a los que están sobre nosotros. Obedecer a la orden de alguien, de un líder puede no ser algo fácil, pero es posible. Es una cuestión de disciplina y respeto. Todo líder que es nacido de nuevo necesita tener esa marca en su carácter. Cuando obedecemos, matamos nuestra carne y prosperamos.

 

En algunas ocasiones, para obedecer tenemos que negar nuestro yo, exactamente como Jesús obedeció, en sumisión. Aunque haya cuestionamientos dentro de nosotros, debemos obedecer.

 

La obediencia da fruto que trae vida y la desobediencia fruto que da muerte. Hay fruto que alimenta y fruto que mata. Cuando nos decidimos por la obediencia somos recompensados. Muchos aún no alcanzan niveles mayores de conquista porque son resistentes. Todo desobediente es rebelde y todo rebelde es idolatra.

 

Obedecer es entrenar la propia voluntad con sacrificios. Para cumplir algo realmente relevante tenemos que hacer renuncias. Hasta en las aparentes pérdidas, hay ventajas en la obediencia.

 

La mejor manera de honrar al líder es obedeciéndolo, respetándolo. El líder necesita ser obediente para llevar al discípulo a ejercitarse en la obediencia. Los discípulos responden según aquello que ven en sus líderes. Como es el líder, así es su generación. El líder que tiene una obediencia ejercitada obtiene resultados de obediencia en sus discípulos. Si el líder quiere prosperar, debe obedecer, continuar obedeciendo y vivir obedeciendo.

 

Para caminar juntos en equipo, es necesario decidir obedecer las órdenes del líder que tenemos. Pero cuando obedecemos, traemos beneficios para nuestra propia vida. Debemos ejercitar la obediencia en todo, sino atraemos maldición.

 

Nadie obedece de verdad con restricciones. A veces no estamos de acuerdo con algunas cosas, pero aun así necesitamos obedecer, pues la obediencia no depende del concordar.

 

La obediencia es un principio válido tanto para impíos como para hijos de Dios. El impío en su vida secular tiene requisitos que necesitan ser obedecidos; cuando eso no sucede, él recibe un castigo. Lo mismo sucede con los hijos de Dios. Toda ley necesita ser cumplida. Un ejemplo simple de eso es la señal de transito. Cuando un hombre quebranta la regla de la obediencia, él pierde regalías, él paga un precio. Eso es válido para justos e injustos.

 

Obediencia es una llamada sin derecho a reivindicación que nos lleva a niveles de muerte: muerte del ego, muerte de los sentimientos, muerte de la propia voluntad. Cuantas veces, para obedecer, tenemos que abrir mano de nuestra propia voluntad a favor de alguien: cónyuge, hijos, líderes, discípulos, amigos, etc. Fue lo que Jesús hizo por nosotros.

 

No fuimos llamados a obedecer en parte, sino para ser obedientes en todo. “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tt. 2:9-10).

 

La obediencia nos da derecho a la libertad. Obedecer es salir de sacrificios. Caminamos con un Dios que demanda de nosotros obediencia y no sacrificio. Porque obedecemos, no necesitamos sacrificar. La obediencia se hace conocida (Rom. 16:19) y todo líder obediente es honrado, pues Dios ama la obediencia.

 

Cuando somos obedientes, Él satisface el deseo de nuestro corazón. La obediencia rompe fortalezas en el alma y lleva a quien la practica a lugares de honra.

 

Todo hombre obediente abre caminos de bendición para que los discípulos entren. La obediencia destruye los conceptos que se levantan contra el conocimiento de Dios “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Cor. 10:3-5).

 

Abraham al recibir la orden de Dios de salir de en medio de su parentela y de su tierra para ir a una tierra que el Señor le mostraría, obedeció. Hoy, si podemos subir a la tierra santa, es porque él no se resistió, sino que obedeció.

 

LAS CUALIDADES DE UN DISCIPULO OBEDIENTE

 

1.      Es sabio

 

El discípulo entrenado en la obediencia se hace sabio para el bien y simple para el mal. Él ejerce obediencia y tiene respaldo para exigirla por causa de su testimonio.

 

2.      Tiene entendimiento

 

Cuando el discípulo es obediente, tiene entendimiento acerca de lo que acontece a su voluntad, porque la obediencia le hace tener un solo corazón. Él aprende a vivir los matices de su ministerio, alegrándose con lo que está aconteciendo.

 

3.      Es forma que forma

 

Busca en la Palabra el ser ejemplo en obediencia como Jesús para que otros puedan aprender a través de su testimonio.

 

DISCIPULADO, SINÓNIMO DE OBEDIENCIA

 

El concepto de discipulado se resume en la palabra obediencia. Ese ejemplo debe ir de los líderes a los discípulos. Sino tenemos en el corazón la disponibilidad de obedecer, no podemos exigir obediencia de ninguno.

 

En la visión celular, un discípulo es formado en la obediencia. Él aprende a obedecer, obedeciendo. Es necesario invertir en su vida. ¿Cuánto tiempo debemos invertir? El tiempo que sea necesario para que él descubra la ruta de la obediencia. Cuando eso sucede, el discípulo descubre quien puede ser en Cristo Jesús.

 

Si usted forma un discípulo obediente, usted cumplió la misión dentro de la Visión. Obediencia habla de Fidelidad. Y el modelo de obediencia para el discípulo debe ser el líder. Más hay discípulos que son manipuladores y seducen a sus líderes a no obedecer. Por eso, un líder no debe permitir ser conducido por su discípulo.

 

El pastor ve pasto y la oveja ve capín, cada uno responde en el nivel de unción que está recibiendo. El discípulo reproduce lo que ve y lo que oye. Por eso, ¡líder, mucho cuidado con su testimonio! En sus reuniones usted necesita seguir el material que su discipulador le da para tener legalidad, respaldo y respeto de sus discípulos. Si no hay disciplina en obedecer algo tan pequeño, como ministrar en las células el estudio recibido, como los discípulos serán obedientes si el sólo reproduce lo que aprende con usted.

 

¿Cómo el líder puede exigir lo que el no da o no tiene? Muchas veces, por los líderes, entra el espíritu de desobediencia en la iglesia y en los discípulos. Si algo es transmitido a ellos, diferente a la instrucción recibida, ellos harán lo mismo en sus reuniones.

 

 

Si el discípulo oye del líder lo que es cierto, mas ve que sus actitudes anulan su discurso, ellos se hacen desobedientes y rebeldes. Cuando el líder tiene unción, los discípulos tienen placer de seguirlo, porque saben que no son manipulados, sino conducidos al triunfo.

 

Cuando el líder desobedece, su autoridad es robada, pues muere en alguna área (1 Sam. 15:22). ¿A quién piensa usted que su discípulo está siguiendo y por qué? Cuando el líder sale de debajo de la instrucción, los discípulos siguen la instrucción que les parece mejor.

 

¿Hasta cuándo los discípulos van a seguir al líder? piense que sus 12 se quedarán con usted el resto de la vida. Entienda que los discípulos no son temporales, son eternos. Jesús se quedó con sus discípulos hasta que subió al cielo. Por ese motivo, tenemos que mirar a nuestros discípulos con inversión.

 

Lo que marca la vida de un discípulo es el ejemplo del discipulador. O él se apasiona por el líder, o lo rechaza. Él se apasiona por el líder cuando ve el ejemplo, pero el día que ese ejemplo muere, el discípulo también muere en varios niveles. Él deja de ir a la iglesia, deja de creer en las cosas de Dios, desiste de ir a la célula o a la escuela de Líderes. Etc.

 

El líder es el ejemplo palpable de que hay alguien serio en esta tierra. La mayoría de las personas vienen de un hogar completamente destruido donde perdieron la esperanza en el padre, en la familia y cuando encuentran a un discipulador piensan haber descubierto un ejemplo. Ellos copian al líder en todo. ¡Es mucha responsabilidad!  

 

La manera como el líder se comporta en las células, en los cultos, en todo, es observada. Todo líder debe ser obediente, pues la obediencia es su triunfo.

 

Veamos esta historia: dos hombres fueron engendrados en la misma época: Juan y Jesús, más ellos eran diferentes en sus comportamientos. Juan vino para abrir caminos (Is. 40), él era la profecía personificada. Cuando el Mesías, Jesús, asumiese su ministerio, el ministerio de Juan estaría completo y todo lo que el tenía que hacer era someterse a Jesús.

 

Nuestro corazón es ruin y puede tomar caminos y veredas que Dios nunca escogió para nosotros, perdiendo entonces la bendición que estaba profetizada para toda la vida. Juan tenía un comportamiento totalmente ermitaño; a él le gustaba estar solo. Juan no tuvo el privilegio de ser discípulo de Jesús, porque no quiso. Él resolvió hacer un ministerio paralelo.

 

Jesús hizo muchas reuniones de discipulado en su ministerio y Juan no fue a ninguna de ellas. Vivía en el desierto con sus discípulos. Pero discípulos generados en el desierto no fructifican. A esos discípulos, podemos llamarlos particulares, aquellos que formamos para nosotros mismos.

 

En el mismo desierto donde Juan andaba solo, Jesús andaba con una multitud. Él aglomeraba la multitud en las ciudades y en los desiertos también. La diferencia entre Juan y Jesús era que Jesús atraía la multitud y Juan se apartaba de las personas.

 

Cuando somos discípulos de Jesús, donde estemos las multitudes nos seguirán. No habrá desierto que nos amarre, que nos detenga en el crecimiento si la unción del Mesías está sobre nuestra vida. Juan fue desobediente a su llamado específico. Todos los que se insurgen a la autoridad pierden el pescuezo.

 

Dos discípulos que estaban con Juan en el desierto fueron hasta Jesús y lo siguieron. Jesús no coloca a cualquiera en su equipo, por eso cuando los discípulos de Juan vinieron ante Él, oyeron la pregunta: ¿Qué buscáis? Los discípulos de Juan querían ir a la casa de Jesús y no querían andar más en el desierto. Uno de ellos se llamaba Andrés y el otro (la Biblia no dice su nombre). Podemos decir que el otro soy yo, es usted.

 

Los discípulos de Juan no ganaban a nadie. Por eso, Andrés pasó algún tiempo con Jesús y luego ganó su familia, su hermano Simón. Al encontrar a Jesús, Simón es sorprendido con las palabras de que a partir de aquel día su nombre sería Pedro, su identidad fue cambiada.

 

Nadie puede entrar en la presencia de Jesús y continuar con la vieja identidad. Nosotros podemos llevar un tiempo en el proceso de cambio, mas todos seremos cambiados.

 

Cuando el líder obedece a la orden de Jesús, gana a su familia. Un líder de lenguaje duro no consolida discípulos. Necesitamos liberar palabras de amor para nuestros discípulos. Cuando cuidamos de las personas, nunca quedamos solos.

 

El campo de trabajo de Juan era el desierto. Mas, en el desierto no tenemos visión, tenemos espejismos y engaños. Algunos prefieren vivir en el desierto porque les gustan las ilusiones y fantasías.

 

Juan llevaba al pueblo a la ilusión, mas Jesús llevaba el pueblo a la casa. Si sus discípulos están viviendo en ilusión no habrá cambio en la vida de ellos, pues la ilusión es una mentira. No deje sus discípulos en la ilusión.

 

En el mundo espiritual, somos discípulos de Jesús. Jesús no hace discípulos para sí, los hace para el Padre. Al orar, Él dice: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son” (Jn. 17:9). Juan tampoco hizo discípulos para sí, porque los que él pensaba que eran de él no eran. A veces estamos haciendo discípulos pensando que son nuestros y no son; ellos son del Padre.

 

Jesús no se enalteció, Él no quiso usurpar los discípulos de su Padre. Dios está queriendo decir que siempre estaremos generando discípulos para nuestro líder y si el no los devuelve al Padre, el problema será de él. Tenemos que hacer nuestra parte: generar discípulos para el líder, pues el rebaño que crece, crece debajo de la unción de él.

 

A veces generamos discípulos que son tan nuestros que no responden a la voz del líder que está sobre nosotros. Nosotros probamos que nuestros discípulos son como los de Jesús, que son llevados a Dios, o si son como los de Juan que quedan guardados para si.

 

Cada remiendo de las ropas de los discípulos de Juan significaba una doctrina diferente, y es en ese contexto que Jesús los reprende diciendo que no se pone remiendo nuevo en ropa vieja. La ropa de Jesús era hecha de una sola pieza sin costura alguna. Jesús no quiere que le sigamos por pedazos, quiere que sea una entrega integral, sin remiendo y sin costura. Hay muchas personas “cosiendo” en el Reino de Dios.

 

Dios no tiene ropa remendada para nadie, Dios nos vestirá con una ropa nueva, botará la ropa del viejo hombre y nos dará a vestir del nuevo hombre lleno de autoridad. Para recibir vino nuevo es necesario limpiar todo (Mat. 9:14-17).

 

Jesús llamó a los discípulos de Juan odres viejos y se presentó como vino nuevo. Él quiso decir que como vino nuevo no podía derramarse en la vida de aquellos discípulos que tenían muchas cosas viejas dentro de sí.

 

Odres nuevos fueron hechos para recibir vino nuevo y odres viejos solo reciben vino viejo. Jesús muestra que para andar con Él es necesario celebrar la presencia de lo nuevo.

 

Cuando los discípulos de Juan aún estaban conversando con Jesús, llega el jefe de la sinagoga (el tradicional) y adora y pide al Señor que resucite a su familia. Los discípulos de Juan siguen a Jesús para ver la resurrección y en esa caminata una mujer enferma toca las vestiduras sin remiendo de Jesús y es sanada.

 

Cuando el vino nuevo es colocado en odre viejo, el odre sangra. Aquella mujer era un odre que sangraba y Jesús muestra que Él puede estancar el odre que sangra. Dios quiere decirle que la Visión Celular le dará un equipo resucitado y estancará la sangre en el discipulado. Aquella mujer es la figura de la iglesia que no puede continuar sangrando.

 

Cuando Jesús entra en la casa, Él retira a todos los que estaban a su alrededor lanzando palabras negativas. Sólo los que creían, entraron para ver la resurrección de la niña. Habrá momentos en el discipulado que tendremos que hacer una selección, pues hay niveles de batalla en que no todos pueden participar.

 

Tenemos que salir de los remiendos; debemos decidir de quien somos discípulos; tenemos que entrenar nuestra obediencia. Las veces que tocamos a Jesús ganamos vidas, pues Él estanca los odres que están rotos, sangrando. Dios estanca nuestras hemorragias, la perdida de vida.

 

No acepte perder más. Tal vez usted puso un equipo en hemorragia o muerte, pero Jesús resucitará a sus 12 para que ellos no anden más estancados. Lleve la vida de Dios a su equipo y ellos caminarán alimentados con el recuerdo de que fueron resucitados. No perderemos vidas y no dejaremos más que los odres pierdan el vino que Dios colocó. Deseche las ropas remendadas y reciba lo sobrenatural de la resurrección.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO 6

 

¿A QUIÉN PRESTÉ MI ALMA?

 

Muchas veces queremos ayudar a las personas a resolver determinadas situaciones que aún no hemos resuelto nosotros mismos. La mejor forma de ayudar a alguien en un área débil es cuando sabemos que esa área ya fue conquistada por nosotros.

 

Nuestra alma no puede estar prestada en cualquier lugar o a cualquier persona. Eso es  algo serio, muy importante, y que requiere liberación total. ¿Sabe usted con quién está su alma? ¿Quién toma su alma? ¿Quién está atrapando su alma?

 

Ningún discípulo tiene dificultad en hacer lo que se le ha ordenado cuando ve que el testimonio de  su líder respalda lo que habla, por el contrarío, él tiene placer en seguirlo.

           

Cuando las personas no ven un ejemplo a seguir, ellas difícilmente responden, pero cuando damos testimonio, ni necesitamos pedirlo, somos imitados automáticamente y hay mejores respuestas. En todo tenemos que ser el ejemplo, antes de querer que los otros cambien. A veces instruimos los discípulos, pero no colocamos en práctica las instrucciones en nuestra vida. Dios nos quiere en todo  totalmente liberados y sanos.

 

Muchos crecen oyendo a los padres decir: "hagan lo que yo mando, pero no hagan lo que yo hago". Reciben una instrucción que puede ser buena, pero difícil de ser seguida. Posteriormente, reproducen lo que oyeron. Es necesario pasar por un proceso de sanidad para ser curados de los errores impresos en nuestra infancia y que han permanecido toda una vida, pudiendo dejar el alma prestada a muchos lugares y/o personas.

 

Para alcanzar un alma liberada es necesario levantar un muro de protección. “Como la  ciudad   derribada, que no tiene muros, así es el hombre que no puede contener su espíritu" (Pr. 25:28). Una persona con el alma presa, prestada, no funciona en su liderazgo. El líder necesita estar preso a  Dios. De esa forma estará seguro. El testimonio del líder lo expone para bien o para mal.

 

Las áreas en las cuáles tenemos algunas debilidades son las mismas en algunas personas vienen a buscar ayuda en nosotros. Eso no quiere decir que el diablo está queriendo entrar en la historia para destruirnos o avergonzarnos, pero que Dios está entrenándonos y dándonos una oportunidad para que seamos curados de nuestras fragilidades y debilidades. Dios nos sana por circunstancias a pesar de no ser el deseo de Él. El deseo de Dios es mantenernos sanos siempre.

 

¿Cuántas veces experimentó usted una unción tremenda por un momento? Después pasó. Usted quedó con la duda: ¿Por qué sucedió? La respuesta sólo vendrá cuando usted descubra donde está su alma. ¿A quién le fue prestada?

 

Las bromas y distracciones revelan la veracidad del alma. Un líder no vive en medio de las distracciones, con palabras torpes, que hieren a otros. Él no se permite oír cualquier cosa. Sabe cual debe ser su comportamiento y cuando debe prestar su voluntad a una distracción. El líder debe hacer la diferencia en el lugar donde está.

           

Un hombre mundano siempre comienza algo serio con una jugadera. Por ejemplo le brinda a la secretaria, después le dice elogios, le manda una flor… Si ella responde a sus juegos los próximos pasos conducirán a lo inevitable.

           

No debemos caminar como eternos niños en lo que se refiere a nuestras actitudes. Para un niño la cosa más seria es jugar. Él es capaz de llorar por un juego, pues es el momento donde él crea un mundo imaginario, revelando lo que tiene en el alma. Para un niño vivir jugando es normal, para un adulto no lo es.

           

Así como Dios es experto en el mover del Espíritu, Satanás es experto en amarrar el alma. Él toma el alma y la prende en algún lugar y es allí cuando oímos hablar de sanidad interior, pues vamos siempre a aquella situación que nos marcó, que nos hirió. A partir de allí se desencadena una serie de situaciones, y si no buscamos sanidad pasaremos el resto de nuestras vidas recibiendo de las mismas actitudes que hacemos o dejamos de hacer.

           

Necesitamos aprender que nuestra alma pertenece a Dios y debemos hacer algunos descubrimientos que son vitales para rescatarla y después ayudar a otras personas en situaciones complicadas.

 

¿A quién presté mi alma?

 

Jesús pagó un alto precio por nuestro espíritu, cuerpo y alma. Nuestra alma ya fue comprada por Dios. Esa falta de entendimiento tiene a muchas personas con el alma dividida.

           

Sabemos que el alma es la sede de nuestras emociones. De la voluntad, pensamientos y los deseos. Eso puede ser interpretado como persona, corazón y asimismo como equipo. Y cuando caminamos en equipo, las personas que viven atadas acaban por atar a las otras. Por donde pasan prestan el alma y prenden el alma de las otras personas.

           

Como líderes, tenemos la obligación de saber donde está nuestra alma. La mayoría de nosotros tenemos el alma prestada en algún lugar, o a una persona que no tiene el derecho de estar con ella. Nadie tiene el derecho de prender nuestra alma, porque ella le pertenece a Dios. Su alma puede estar en algún lugar o en varios lugares, con una persona o varias personas. Puede estar atendida en esos lugares o con esas personas, pero ella necesita volver a usted y a Dios.

 

1.      El ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UN DECRETO.

 

Si algunas veces usted escuchó algo como esto: “Tu nunca vas a triunfar en la vida; tu no vas a ser nadie; tu eres un burro, etc”. Esos decretos, cuando son lanzados, quedan almacenados en su alma y en un momento determinado es como si ellos fueran activados nuevamente, es decir, la persona está presa y atada a ellos.

           

Cuando un decreto es liberado, podemos reaccionar contrariamente y cancelarlo o simplemente recibirlo. Dos personas pueden tomar un decreto liberado: Dios o el diablo. Entonces a partir de ahora es usted quien decide con quien se queda su alma.

 

2.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UNA PERSONA

 

Si las personas erraron, no podemos morir a causa de ellas, no podemos sufrir eternamente por el error del otro, aunque nos haya  perjudicado.

     

Mucho cuidado al entrar en la vida de alguien que usted intenta ayudar, y que no quiere cambio. Su alma puede quedar asociada al alma de esa persona.

           

La Biblia dice que el alma de Jonathan se asocio al alma de David y por eso el preservó la familia de Jonathan. Las sociedades de alma tienen que ser con fidelidad. (1 Samuel 18:1)

           

Cuando nuestra alma se asocia al alma de otra persona, estamos permitiendo que esa persona conozca el secreto de nuestra alianza.

 

3.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UN SENTIMIENTO

 

Una persona en depresión, por ejemplo, casi siempre tiene un argumento y/o un pecado detrás. Es  verdad que en algunos casos son provenientes de una disfunción clínica, como mujeres que sufren problemas hormonales, etc.

           

Observe como en la mayoría de los casos hay un sentimiento que Satanás está recordando siempre, y que hace que la persona quiera volver al mismo lugar de donde ha salido varías veces, como resultado queda amarrada con cuestionamientos, presas del pasado. Sepa que existen lugares que no merecen su alma.

           

Dios va a devolverle su alma; Usted entrará en el mundo del espíritu y rescatará su alma. Hay marcas del pasado que aún no fueron olvidadas y mientras usted permanece conectado a estas marcas o sentimientos, su alma se queda prestada a traumas. Y, recuérdese: todo trauma es una puerta abierta para los demonios. Un trauma nos puede atrapar por la eternidad. No estamos hablando de un miedo cualquiera, sino de un trauma que esclaviza el alma.

           

Muchas veces confiamos nuestros sentimientos, nuestra vida, nuestra esencia, a personas y después descubrimos que estamos en un camino errado. Cuantos ministerios, cuantos líderes ya nos marcaron de esa forma. Si usted quiere puede quedar libre de todo a lo que ha apresado su alma. Nuestra alma registra todas las cosas, tanto buenas como malas.

 

4.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UN RECUERDO

 

Cuando el alma está prestada a un recuerdo, una persona puede vivir un tormento eterno que enferma el cuerpo, anula el espíritu y mata el alma. El alma crea su propio Egipto, o lugares de recuerdos. Las disimulaciones y el ocultismo son mentiras, ¡no necesitamos de eso! Dios nos llamó a ser el poder de la verdad, el fiel de la balanza. No necesitamos mentir u ocultar pero el alma pide eso, a ella le gusta guardar todo.

           

Como el alma registra todo, guardamos muchas cosas que no son buenas, las cuales recordamos y  a veces parece que no conseguimos alejarnos de ellas. Tenemos que derramar lo que recibimos de  ruina para que nos quedemos solamente con lo que es bueno. El alma es un granero y somos nosotros quienes decidimos el alimento que guardamos en ella.

 

Desde niños tenemos un alma entrenada que no puede ser subestimada. Somos muy inteligentes. Cuando un padre pregunta: ¿Dónde estabas? El niño piensa en una disculpa, que consiga hacer convincente su historia y que sea verdadera. Desde el Edén fue así. El niño después de adulto continúa preso en los recuerdos tristes que tubo en su pasado con su familia, etc.

 

Es hora de encerrar los recuerdos del pasado y hacerlos morir. Por eso, para soltar el alma del pasado usted necesita desear tener un alma santa, que no quiere ser más esclava del diablo. Necesitamos ser verdaderos valientes y decidir rescatar nuestra alma.

 

 

5. EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UNA PALABRA RECIBIDA

 

Una palabra puede tomar el alma colocando miedos y rencores y fijando puntos de contacto. Lo que sucede normalmente día a día, el consciente puede borrar, pero el subconsciente no olvida y en la  primera oportunidad, él nos recuerda.

           

Observe este ejemplo: una pareja de novios se promete uno al otro “Esto nunca se va a acabar” Con el pasar del tiempo, ellos rompen, cada uno sigue su camino, comienzan una nueva historia de vida con otra persona, se casan con esas palabras guardadas en el alma. Cuando se encuentran nuevamente frente a frente son envueltos por el encantamiento.

 

Otro ejemplo está en un padre que responsabiliza a un hijo diciendo: “Mi empresa va a quedar en tus manos; si quiebra la culpa será tuya”. El hijo se esfuerza,  pero como él no es como el padre, las cosas no son exactamente como lo había planeado, y la  inminente visita de la frustración viene.

           

Todo ser humano necesita de estímulos, necesita recibir palabras de vida, elogios, incentivos. Necesitamos estimularnos y estimular a otros. El alma se alimenta con palabras de vida, que traen alegría y placer.

 

El problema es que durante nuestra vida en vez de ser estimulados, fuimos, muchas veces, desestimulados. Por eso, Dios va a rescatar su alma de toda palabra de muerte lanzada y fijada en su corazón. Su alma será trasladada a un lugar de alegría. “Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido” (Is. 35:10).

 

 

 

 

6.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A ALIANZAS

 

Podemos estar presos por alianzas que hacemos. Necesitamos tener cuidado con las alianzas, independientemente de los niveles, pues hay un peso de responsabilidad sobre cada una de ellas y puede ser perjudicial para esa persona y afectar toda la estructura de su vida.

     

Hay una historia aparentemente boba pero oportuna. Había dos hermanos llamados Pedro y Maria. La madre de los niños siempre dividía las tareas de la casa entre ellos. Él barría la casa, ella lavaba los platos. Un día la madre salió de su casa y fue a la ciudad. Pedro, jugando, tiró una piedra y mató una gallina. Corrió y enterró la gallina, pero al regresar su hermana dijo: lo vi todo.

 

A partir de ese día, María obligaba a Pedro a hacer las tareas de él y las de ella con la amenaza de contarle todo a su mamá. Una y otra vez la madre preguntaba por la gallina y Pedro era obligado a mentir.

 

Cierto día, cansado de los chantajes de su hermana, a la hora del almuerzo, Pedro decidió confesar el error a su madre aunque eso le costara un castigo, pues no soportaba más ser esclavo de su hermana. Cuando la madre supo la historia y todo lo que Maria hizo con Pedro, obligó a la hija a hacer todos los oficios de la casa sola por el mismo periodo de tiempo que Pedro fue esclavo de sus chantajes.

 

Cuando confesamos nuestra culpa o soltamos nuestra alma de un pasado, dejamos de ser esclavos. Siempre existirá alguien queriendo manipular nuestra alma amarrándola, para chantajearla.

 

En 3 Jn. 2, la Biblia nos enseña que necesitamos tener el alma de alianza. La cura de nuestra alma depende de las alianzas que hacemos. Asóciese con alguien que le haga bien a su alma.

 

 

7.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A UNA CATASTROFE

 

 

Los registros del alma son muy peligrosos para el futuro, pues podemos fijar recuerdos de catástrofes ocurridas y hacer que eso mismo suceda en nosotros siempre. Ese es el triunfo del diablo: atrapar el alma en el pasado para seguirla visitando en el presente, recordando todo lo que aconteció como catástrofe incitando a que esto se repita de la misma manera con usted.

 

El diablo saca provecho de las catástrofes, pero usted puede transformar el lugar de catástrofe en lugar de alegría si usa los recursos del Reino de Dios. La Biblia dice que debemos animarnos unos a otros en la fe (Jud. 20). Para alguien ser animado necesita auto animarse y saber donde está la motivación de su alma.

 

8.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA AL HEDONISMO

 

¿Cuál es el contenido de su alma? Nunca facilite el camino al hedonismo, para alimentar los sentimientos de autocompasión. Sea un mayordomo de su alma, cuídela y no se la sirva a cualquier persona. Hay diferencia entre el mayordomo y el mesonero. El mesonero sirve a todo el mundo, el mayordomo cuida de lo que sirve.

 

El alma humana tiende a ser hedonista, es decir, gusta de colocar el placer como bien supremo, como estilo de vida. El hedonismo nos impulsa a satisfacer la carne en la manera de vestir, comer y de comunicarse.

 

En Lucas 12:20 se cuenta la historia de un hombre que preparó muchas cosas para que su alma descansara en paz. Y Dios le dijo: loco, esta noche pedirán tu alma; y lo que tienes preparado, ¿Para quién será? Todo aquello que el hombre había preparado era para su propio deleite para suplir sus necesidades hedonistas, por eso Dios lo llama loco. Su proyecto era totalmente volcado para su propio placer. Vamos a aplicar ese texto a nuestra propia vida, recordando nuestra propia alma.

 

Nuestra alma es como un almacén donde guardamos cosas buenas o ruines para después alimentarnos. Pero, Dios está requisando nuestra alma. Él quiere saber lo que hay de malicia dentro de nosotros, si hay interpretaciones precipitadas, mentiras, maledicencias, palabras persuasivas de maldad. Sea poseído por la mente de Cristo, no ande en sus habilidades propias, mas haga todo por y para Dios.

 

Eso no significa que no debamos hacer proyectos para mejorar de vida, vivir confortablemente. Mas, sus proyectos no deben tener como motivación mostrar a los otros que usted puede. Los proyectos tampoco deben ser alcanzados de forma incorrecta, desleal y/o injusta. A veces hacemos cosas pensando que son correctas, mas cuando analizamos las bases percibimos que nuestro corazón desechó todo aquello para poder fluir de forma incorrecta.

 

En ese momento nuestra alma entra en locura, en delirio, y nos damos cuenta que creamos caminos y facilidades para satisfacer nuestro hedonismo, usamos nuestras fuentes humanistas para auto promovernos. Entonces, en nuestro corazón nace el pensamiento: seré prospero, para mostrarle a todos los que están a mí alrededor que soy mejor que ellos.

 

Esas tendencias interiores son locuras de nuestra alma. ¿Para que hacemos lo que hacemos? Si es para Dios, él debe ser glorificado en eso. En 1 Cor. 4:1 la Biblia dice que somos un deposito, despensa. ¿Qué tengo guardado en la despensa?

 

 

9.      EL ALMA PUEDE ESTAR PRESTADA A CARCELES

 

Nuestra alma está encarcelada cuando estamos prisioneros psicológicamente, por ejemplo. La prisión psicológica puede matar el alma de un individuo y de una generación. Existen torturadores del alma (Ez 13: 17,18 y 18:4), que la Biblia llama espíritus malignos ministrados por hechiceros con confesiones contrarias.

 

Nuestra alma puede estar presa en las confesiones contrarias. Cuando un alma sale de la cárcel aprende a dar alabanzas, no vive más en murmuración (Sal. 142:7). Mientras nuestra alma estuvo en la cárcel, ella no daba alabanzas. El diablo quiere usar situaciones para meter nuestra alma en la cárcel y tenemos que luchar contra eso porque ninguna situación adversa es mejor que la libertad que tenemos en Cristo Jesús. Dios rescatará nuestra alma de la cárcel.

 

Cuando el alma sale de la cárcel, ella comienza a vislumbrar nuevos horizontes. Hay muchas cosas que podemos conquistar. Dios quiere enseñarnos que para salir de la cárcel necesitamos gritar. No fue Dios quien gritó para que David sacara su propia alma de la cárcel, fue David quien gritó pidiendo que Dios lo arrancase de allí. No es Dios quien coloca el alma en la cárcel, somos nosotros quienes permitimos que ella sea encarcelada.

 

No deje a nadie más hacer tortura psicológica con usted y no la haga con otros. Nosotros tenemos la capacidad de quedar en cárceles así como tenemos la capacidad de colocar personas en cárceles con expresiones o con palabras.

 

El alma debe llenarse de las cosas que son de Dios. Dios dice que sacará de nuestra alma todos los recuerdos ruines. La propuesta de sacar el alma de los recuerdos negativos es del Señor. Él sabe que una persona que está pasando por desistencia le gusta recordar las cosas que no puede tener. Dios no quiere que volvamos al lugar oscuro, pues fue Él quien nos sacó de allí para el reino de la luz.

 

El consejo de Dios es que guardemos nuestra alma (Dt. 4:9). Debemos resaltar lo que Dios hace y no traer a memoria el lugar donde fuimos esclavizados. Dios está interesado en asociarse con usted. Pero, la pregunta es: ¿A quién está asociada su alma?

 

Nuestra alma debe ser gobernada por Dios, consagrada a Él, y entonces no volverá a las tinieblas y no se alimentará de las porquerías del diablo. Cuando el hombre pecó, mató parte de su alma. Cuando Jesús resucitó, restauró nuestra alma. Por la redención, tenemos el derecho de nuestra alma como un todo y no por mitad. Llevar el alma a conocer las novedades de Dios, habitar en un nuevo tiempo es la propuesta de los cielos para usted.

 

Cambio de vida es el resultado de un alma libre. Un alma libre siempre se expresa sin perder el respeto. Hay personas que se expresan mucho y parecen tener el alma libre, pero cuando falta el respeto, demuestra que no tiene el alma libre, por el contrario, demuestra que tiene un alma flechada que busca herir a otros.

 

Rescate su alma y entréguese a Dios. No permita que su alma caiga en ningún precipicio indeseado, ni en la mano del diablo o de quien quiera que sea. Dios sacará de su alma todo recuerdo ruin, todo deseo que este lejos del propósito (Nm. 11:6). Usted puede vaciar su alma de todo aquello que no que parece ser bueno, pero no es suyo.

 

Guarde su alma con el consejo de Dios. Sujétese al Señor y decida ser sanado. Pida al Señor que le muestre donde su alma estaba presa y clame por liberación. Dios le está llamando para asociar su alma a la de Él. ¡Sólo depende de ti! 

 

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